
Desde ya hace varios días, en el pequeño espejo de agua, emblema de ciudad, está trabajando la cosechadora de algas. Esta maquinaria fue gestionada por el Municipio al Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos del Gobierno de la Provincia de Córdoba. La limpieza del Tajamar implica no sólo remover las plantas acuáticas sino también el resto de los residuos sólidos flotantes que se encuentran en su superficie, lo que no solo mejora el aspecto sino también la calidad del agua del dique artificial más antiguo de Córdoba, construido por los Jesuitas en 1659 y paseo obligado de todos los visitantes que se llegan a disfrutar de nuestra ciudad.
Consultado por RESUMEN, Iván Poletta, Secretario de Servicios Públicos, aclara: “Este tipo de tareas se enmarcan en lo que, para la Secretaría, es una temporada alta de trabajo, ya que no sólo crecen las algas (que se cortan todo el año) sino los yuyos, arroyo, espacios verdes, etc. A esto se le suma que la gente permanece y disfruta más tiempo de los lugares abiertos junto con el turismo, lo que acrecienta el mantenimiento”.
A propósito de la presencia constante de residuos en el Tajamar, el Secretario agrega: “Desgraciadamente hay muchas personas sin conciencia social que tiran basura donde les queda cómodo, sin pensar en las consecuencias ambientales o de que otras personas deben hacer un trabajo mucho mayor”.
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