A pesar de que desde la Comunas Serranas, con la colaboración de Defensa Civil, Bomberos y Policía, se había alertado acerca de una crecida importante, de más de 3 metros, varios turistas decidieron aprovechar la salida del sol y la aparente calma del agua para disfrutar de la costa del río. «Nosotros hicimos sonar las sirenas, avisamos a todos. Pero cuando salió el sol, la gente lo mismo empezó a dirigirse a los balnearios», asegura la Jefa Comunal de Villa La Bolsa, Elisa Martínez y agrega «Queremos agradecer a todos los que colaboraron en la zona para los rescates, Bomberos, Policías, vecinos».
Los rescates
El primer caso se vivió en la zona del Camping el Caracol. Allí, según un testimonio de vecinos: «Una chica extranjera de 22 años, Vladimira, la sorprendió la creciente en la piedra esa del paredón del medio del agua, la arrastró hasta frente del Caracol, y estuvo agarrada a unas ramas y pudo salir». Finalmente la joven fue ubicada en Playa Dorada, Los Aromos y se encontraba en buenas condiciones de salud.
Por otro lado, minutos después, una abuela con el nieto de 2 años quedó sorprendida también por el murallón por la imponente crecida y quedó cerca de la orilla opuesta a la zona del Diquecito, pero sin poder salir del agua. Un nutrido grupo de Bomberos y Policía trabajó en el rescate de ambos, para subirlos a una zona más elevada. El pequeño tragó agua y fue asistido inmediatamente por Paravachasca Salud. Tanto la abuela como el bebé fueron derivados al Hospital Illia. Muchos vecinos y turistas se acercaron a la zona del rescate y aplaudieron emocionados la llegada del pequeño.