Varios usuarios del transporte urbano n° 5, más conocido como «La Gruta» manifestaron su enojo e indignación por la forma en que viajan todos los días.
Cabe recordar que este urbano recorre la ciudad completa desde el este (Cementerio) hasta el oeste (La Gruta) de la ciudad y utiliza por ejemplo la calle Malvinas como vía, a diferencia del resto que circula por Libertador. Además recorre la zona sur y el polo educativo (jardín y primaria Comandante Espora, escuela especial Paulina Domínguez, Ipem 97 Independencia y Escuela Manuel de Falla) ubicado en en el barrio homónimo, también pasa por la puerta de la escuela San Martín, IPEM 398 Bútori y la primaria Enrique Larreta: por ello es uno de los más utilizados por los escolarizados.
Desde RESUMEN hablamos con Silvana Morillo, quien relató: «Un mes atrás nos acercamos al Concejo Deliberante, hablamos con un concejal y nos envió a dialogar con los representantes de la Secretaría de Transporte. Ahí solicitamos un refuerzo para el horario de las 6.55, sobre todo para los chicos que van a la escuela, para que pudieran viajar bien, ya que es muy peligroso para ellos».
«No conseguimos respuestas, nos dijeron que iban a hablar con el dueño, trataron de justificar que por la pandemia recién se estaban regularizando los horarios, sin embargo ya pasaron cuatro meses desde que arrancaron las clases y nunca lo solucionaron. Y los choferes no pueden hacer nada, es una decisión del dueño» continuó Morillo.
La situación pasó de gris oscuro a negro cuando en la mañana del martes 26 de julio, el colectivo, que inicia su recorrido saliendo del cementerio, hizo unas siete-ocho cuadras y se llenó: «imaginate la cantidad de gente que subió más adelante hasta barrio Don Bosco, muchísma gente. No había más lugar. Es entonces cuando el chofer les avisó a quienes estaban en las paradas siguientes, que iba a llevar a los pasajeros -a los niños y niñas que asisten a las escuelas, Manuel de Falla y Comandante Espora- y que luego volvería a recogerlos». «Ésto despertó indignación ya que los chicos llegaban tarde al colegio y los adultos a trabajar» agregó Morillo.
Y la novela siguió hoy, cuando los usuarios decidieron no pagar el boleto: «sobre todo por el peligro que conlleva la gran cantidad de personas que viajan, a la hora de descender y ascender al mismo, al no ver el chofer por la cantidad de gente, puede arrancar antes de que terminen de bajar y provocar un accidente. No sabés como se tambalea el vehículo cuando dobla…» detalló asustada la vecina. Entonces el chofer llamó al dueño y éste respondió que mañana iba a manejar él mismo el rodado.
«Se viaja de manera inhumana, hoy subieron noventa personas. Antes había dos unidades circulando: una transportaba a los chicos a la escuela y otro a los adultos a trabajar. Este año comenzó a circular con uno sólo, donde suben todos juntos. En estos días comenzaron a subir muchos más» concluyó la pasajera.
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