«Pagamos $2.200 por una entrada y terminamos viendo el show más lejos que aquellos que pagaron $400. Es una estafa«, expresa uno de los cientos de comentarios que por estas horas invadieron las redes sociales. Y es que, el reemplazo de las plateas por la tribuna «preferencial» (la gran novedad de esta edición de Colectividades), parece no haber dado el resultado que se esperaba.
En la noche inaugural, quienes querían disfrutar del espectáculo de Abel Pintos desde un sitio más privilegiado, si se quiere (o al menos esa era la idea), podían adquirir una entrada para tribuna a un valor de $2000 pesos, más el costo por caché a lo que se sumaban $200 pesos más. Un precio bastante acorde si se tiene en cuenta que las plateas más caras para el mismo artista en la edición 2019, habían superado los $3.000. Sin embargo, todo parece haber fracasado.
El caso fue que la erradicación de las vallas y el libre acceso a inmediaciones del escenario para el público en general (es decir, aquellos que pagaron justamente el costo de una entrada de acceso al predio, algo más de $400), generó que ese sitio donde antes estaba cubierto por plateas, quedara colmado de público. Y sí, un público que pagó menos pero que en definitiva disfrutó de su artista a una distancia mucho más corta que ese supuesto público más selecto; y hasta pudieron moverse con mayor facilidad.
«Fue una verguenza. Los asientos eran muy incómodos y ni siquiera podíamos movernos o bailar. Además estábamos en un costado, lejos y en una parte re oscura. Hasta los locutores nos ignoraban. Estoy muy decepcionada«, dijo otra concurrente.
La gran pregunta es: La Comisión ¿no previno que esto podía pasar?. ¿Cómo será de ahora en más?
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