Sociedad

Cien años de fe

Guillermina Achával Rodríguez, Delfina Bunge de Gálvez y Fortunata González fueron las artífices de que se erigiera en Alta Gracia lo que hoy se conoce como gruta de Lourdes, réplica exacta de la que se encuentra en Francia. La obra, que se realizó como forma de agradecimiento a las peticiones que le realizaron a la virgen en aquel momento, fue creciendo año a año hasta transformarse en un sitio que convoca a feligreses de todas partes del país cada 11 de febrero, y que lejos está de la humilde intención que aquella vez tuvieron estas tres mujeres que eligieron el santuario en un recóndito lugar de la ciudad y en una pequeña gruta natural en la piedra.
Este 10 de septiembre se cumplen 100 años de su creación y para ello desde el Santuario preparan desde hace meses, una serie de actividades que van del 1º al 10 de septiembre e incluyen misas, canciones, teatro, peregrinación, visita de autoridades provinciales y nacionales, la presentación de un libro con la historia del lugar, la inauguración formal de la rampa que conduce al altar, y hasta un salto en paracaídas.
CENENARIO DOS

Un poco de hostoria

En 1922 se formó la primera comisión de damas con el objetivo de recaudar fondos para construir la Capilla; dos años después se pone la primera piedra y se inaugura en 1927. La Capilla, de sencillo estilo colonial, fue construida por el arquitecto Jorge Bunge, y decorada, con motivos de Lourdes y de la orden del Carmen, por los artistas Carlos Camilloni y Antonio Pedone. En vísperas de celebrar las Bodas de Plata de la Gruta en 1942, Guillermina Achával Rodríguez de Goyena, una de sus creadoras, escribió sobre lo que la inspiró a construir el santuario en esta ciudad:: “Después de invocar las luces del Espíritu Santo rogándole para que mi memoria me sea fiel, paso a hacer el siguiente relato, de cómo se hizo la gruta de Nuestra Señora de Lourdes en Alta Gracia. En mi segunda estadía en esta ciudad, año 1915, a la que volví por motivo de salud; contemplando sus montañas y sabiendo de los enfermos que llegaban aquí en procura de alivio para sus pulmones enfermos, pensé, en que esto era un marco propicio para reproducir la gruta de Lourdes y que la Santísima Virgen derramaría así en abundancia sus gracias sobre todos sus devotos (…)”, afirmaba parte del escrito.
Años más tarde, más precisamente en 1966, momento en que la Gruta cumplía 50 años desde su construcción, el doctor Pedro Giovannoni y un grupo de vecinos destacados, de los cuales solo dos hoy pueden dar testimonio (Yoli Guardabassi y Roberto Brunengo (padre)), forman la segunda comisión para construir la cruz y festejar el aniversario. “Además de los actos religiosos hicimos construir la cruz desde donde se viera toda la ciudad y que incentivara también a la gente a llegarse por el lugar. También coronamos a la virgen con una corona de oro y plata engarzada de diamantes, que los sacerdotes custodiaron y utilizaron solo en fechas especiales”, enfatizó Brunengo. En aquel acto, del que casi no hay registro oficial en la ciudad, también se colocó la “piedra fundamental” debajo de la cruz; en el mismo hay un pergamino donde se cuenta la historia de la gruta y está firmado por todos los que ese día se hicieron presentes.
CENTENARIO
Los milagros
A fines de agosto de 2011 se produce un hecho histórico que se extiende hasta hoy y que convocó cerca de 50 mil personas durante los primeros tres días que se conoció la noticia. Debido a trabajos de restauración que se harían en el altar, se retiró la estatua de la Virgen de Lourdes de su hornacina y unos días después, uno de los sacerdotes a cargo del Santuario se percata, cuando se disponía a cerrar la capilla, ve una imagen que parecía de yeso en el lugar donde había sido retirada la estatua. Desde la puerta principal podía observarla, pero cuando se acerca se desvanece. Debido a la conmoción y alegría que produjo el hecho en el lugar, el día 9 de septiembre, dos servidoras suben las primeras fotos a internet a través de una red social; y el sábado 10, justo el día que la Gruta cumple 95 años, una verdadera multitud de fieles comienzan a llegar para ver “la imagen” de la que ya se hablaba en todos lados. “El primer año se hicieron las investigaciones correspondientes y como nadie podía explicar el hecho, no hicimos más estudios. La gente recibe ésto como una bendición, es una manifestación de fe muy grande”, afirma el Fray Ladislao Bojko, actual rector del lugar; y agrega: ”es un orgullo para nosotros que la manifestación de la imagen de la virgen esté acá y haya permanecido ya 5 años en el lugar”. El hecho duplicó la cantidad de fieles que no cesan de visitar el Santuario sin día específico. Con el paso del tiempo esa manifestación se fue haciendo más clara y con más detalles que hoy son veneradas y fotografiadas por todo el que pasa por el Santuario.
CENTENARIO DOS
TESTIMONIOS
Cartas, regalos, agradecimientos, velas encendidas y llantos espontáneos dan cuenta de que el milagro se encuentra en ese rincón de la Gruta, y de eso dan fe las cientos de conversiones, situaciones milagrosas y testimonios, que están a la par de la cantidad de peregrinos que diariamente asiste a dar gracias; como así también de las placas que revisten los muros del lugar. “La Virgen te escucha, la vida te cambia una vez que lográs escuchar su voz”, manifiesta una de las 20 servidoras de la gruta al intentar expresar con palabras la devoción que inspira el lugar. Si bien, como ya dijimos, lo testimonios se cuentan de a centenas, la mayoría son casi anónimos y algunos prefieren guardarlo en el seno de su familia y en el corazón; son pocos los que se atreven contarlo a viva voz, como el caso de Jorge, justamente quien dará el salto en paracaídas este año para festejar el centenario de la Gruta.
EL SALTO
“Mi vida estaba perdida, prefería estar muerto a vivir así, sin ganas, sin fe, sin ilusión; hasta que un día vine y le dije a una de las servidoras: “No doy más”, y ella me dijo: “Entrá, la Virgen te va a escuchar”. ¿En serio?, le dije; pasé me arrodillé ante la manifestación de la iglesia y le dije: “El pasado no se puede cambiar, pero quiero ser feliz, necesito que me vida cambie, ¿me hacés la gamba? y luego comencé a rezar un padre nuestro y de golpe sonreí. Salí y le conté a la servidora lo que me había pasado y me dijo: ¿viste?, te escuchó. ¿Vos creés?, le contesté…y a partir de ese día, lentamente mi vida fue cambiando, pero por sobre todas las cosas, mi concepción ante la vida. Hoy vivo al día, no me sobra nada, pero soy felíz con lo que tengo, cuenta quien dará junto a 5 paracaidistas más un salto homenaje este 10 de septiembre en el lugar.
EL REGALO MÁS HERMOSO
“Durante 12 años estuvimos intentando que Ale quede embarazada, intentando ser papás” comienza a relatar Pablo, y continúa: “Fuimos a un médico, le sacó un mioma, luego cambiamos de doctor e hicimos muchos tratamientos. Terminamos yendo a una clínica de fertilización pero le metieron mucha ansiedad al tema, ya que le decían que había que apurarse por una cuestión de edad. No le encontraban nada, y los análisis daban dentro de los valores normales”, cuenta quien recuerda en detalle cada estudio y médico recorrido mediante una cronología exacta. “Un día el médico que la trataba dijo que podía ser una Menopausia Precoz, entonces algunos amigos nos recomendaron otro ginecólogo que nos dijo que no se trataba de eso, que debíamos quedarnos tranquilos y relajarnos, y así lo hicimos; eso fue el año 2009 o 2010, nos fuimos de vacaciones varias veces y no había novedades. Íbamos de vez en cuando a la Gruta pero mi señora ya se estaba resignando. Dijimos, basta, dejemos de rompernos la cabeza y empezamos a armar carpeta para adopción ”, sintetiza Pablo mientras ve jugar a su hijo que hoy tiene 4 años.
Podría haber pasado 6 meses antes, o 6 meses después o al año siguiente, pero el milagro fue el día de la manifestación de la virgen en la Gruta, cuenta Pablo al afirmar que no hay otra explicación posible ante el embarazo que no sea la obra de Lourdes: “Ale cumple los años los primeros días de setiembre así que íbamos a hacer un asado en casa el sábado 10 y me llama la esposa de un amigo para decirme que suspenda todo porque se había muerto otro amigo que vivía en Las Grutas. Me sentí muy mal y fui hasta Emergencias, ahí me consultaron qué me pasaba, les expliqué y salió la conversación del lugar donde vivía mi amigo. Le dije a quien me atendía que vivía en Las Grutas y me dice…hablando de Las Grutas, viste que está todo el mundo yendo a la Gruta porque apareció una imagen. Volví a casa y le pregunté a mi señora si quería ir así que terminamos llegando cerca de las 2 de la mañana. Era un mundo de gente. A Ale, se le puso la piel de gallina, yo no lo podía creer y lo único que hice fue pedir por mi tía que tiene una discapacidad importante. Pasó septiembre y ya en octubre, más precisamente el día de la madre

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