Chile y Bolivia frente a una solución definitiva o una ruptura diplomática sinedie

Columna Especial de Gustavo Rossi, Periodista Especializado en Política Internacional. Antofagasta, 14 de Febrero de 1879. El día se presenta tenso, el gobierno de Bolivia en uso de su soberanía, aunque violando en parte un tratado de límites e impuestos,  pretende subir el monto que tributa la empresa chilena Corporación Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, ante la negativa empresaria y vencido los términos procesales, procede al remate de los bienes de la firma. Todo estaba previsto cuando tropas chilenas irrumpieron sin más para hacerse cargo no solo de la controversia, sino de la región entera, incluso yendo mas allá e invadiendo y apropiándose de tres localidades en Perú por el solo hecho de ser este aliada de Bolivia.

La guerra se desato en la región y las fuerzas de ocupación chilenas atropellaron a la milicia boliviana y llegaron hasta la propia Lima en Perú, la superioridad militar era tan grande como la ambición expansionista trasandina.

Después de cinco años de guerra Chile bajo presión hace firmar un Pacto de Tregua, quedándose con la salida al mar de Bolivia y la anexión a su territorio de las localidades peruanas de Tacna y Arica, años después solo devolvería a sus legítimos dueños Tacna.

Han transcurrido 139 años de aquella apropiación que se conociera como la Guerra del Salitre o Guerra del Pacifico, en donde Bolivia admitió la ocupación militar pero no renuncio a su soberanía. La pérdida de la salida al mar limito su crecimiento económico y los frustro comercialmente; ahora las empresas bolivianas deben pagar a Chile para atravesar la región. El próximo 1 de octubre la Corte Internacional de Justicia de La Haya se expedirá, el gran interrogante es si  ¿obligara o sugerirá? a ambas partes a negociar un acceso al océano Pacifico.

En las últimas declaraciones el canciller chileno Roberto Ampuero dijo: “El territorio soberano de Chile no será parte de negociación alguna con Bolivia”

Mientras que el presidente Evo Morales, como sabiendo el tenor del dictamen, le pidió a Chile cumplir el fallo que expedirá la Corte de La Haya sobre su antiguo reclamo  y reforzó en cubierto en suplica a la Corte : “ Que el cumplimiento sea obligatorio para ambos países”.

Una vieja e histórica puja que no encuentra solución, incluso las relaciones diplomáticas desde 1978 están rotas por este motivo. Tal vez en un siglo XXI donde la logística del transporte tiene componentes alternativos como el aéreo, le permita reflexionar al gobierno chileno y devolverle a sus vecinos los bolivianos, una tierra que les pertenece.

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