Si bien no tuvo a Andrea del Boca y Gustavo Bermúdez de protagonistas, en la novela de Villa Oviedo no faltaron amores, desamores, engaños, ofensas y llanto. Finalmente se derogó la ordenanza Nº 10.701 que autorizaba a cambiar el nombre de la Calle Cervantes a la de Miguel Ferrari, en el Barrio Villa Oviedo.
El hecho, completamente evitable si se hacía una mínima consulta previa, tuvo fuertes acusaciones cruzadas donde se habló de atropello a la identidad del barrio, plagio de las firmas de vecinos que habrían estado a favor, falta de respeto, etc. Por otro lado, Ferrari acusó de uso vergonzoso del nombre de su padre, de “hacer política con un hombre que duerme en paz”, etc. Un hecho aparentemente simple como cambiar el nombre de una calle se transformó en una odisea que finalizó recién hoy en el Concejo.
La derogación llegó luego que los vecinos de Villa Oviedo, encabezados por Viviana Miguez, anunciaran medidas de fuerza para evitar el cambio de calle en el Barrio más antiguo de Alta Gracia.
Breve historia del conflicto
El día 21 de Marzo, el Concejo aprueba la ordenanza Nº10.701 sin el acompañamiento de la UCR. Conocida la noticia, el centro vecinal comienza a recolectar firmas en disidencia y redacta una carta al intendente expresando el descontento. Días después, una veintena de vecinos asisten a la sesión del Concejo donde presentaron más de 200 firmas en contra del cambio. A pesar de esto, la ordenanza siguió en pie. Semanas más tarde anuncian cortes de calle en el barrio y también en los principales accesos a la ciudad. Sindicatos de Córdoba iban a acompañar la medida de fuerza. En respuesta a esto, la Concejal Daniela Ferrari solicitó una conferencia de prensa donde anunció el proyecto para derogar la ordenanza. Y hoy, durante la sesión, se hizo efectiva la derogación.
Es fácil observar que no todos comieron perdices pero, finalmente, el asunto sobre la Calle Cervantes quedó cerrado.