Sociedad

Cementerio: entre quejas, robos, mejoras y poco personal

Desde hace un tiempo, vecinos de Alta Gracia reportan situaciones por las que pasan, o han pasado,  cuando van a visitar a los  seres queridos que ya no están. Robos inimaginables; desde macetas (como fue el caso de la tumba del pequeño Teo Rodríguez según dijo su mamá), hasta placas de bronce;  vandalismo (rotura de tapas, vidrios y hasta signos de consumo de alcohol) y lo más reciente… abejas que eligen los nichos para hacer nido.

RESUMEN, dio una vuelta por el cementerio y dialogó con Jorge Martínez,  encargado desde hace 18 años y, también de La Paloma, desde que este pertenece al municipio,  hace cinco. Martínez admitió que los hechos delictivos existen y que siempre han existido pero remarcó que “la cosa ha cambiado” para mejor con los años, y esto, gracias a las medidas que se han tomado: “Tenemos quejas por robos pero en comparación con años atrás nada que ver.  Aquí hay que lidiar con todo y hacemos un gran esfuerzo todos los días para que el cementerio esté en condiciones”, dijo Martínez.

Tapias más altas

El encargado, contó que hace algunos meses tomaron la decisión de levantar un poco más las medianeras  y hasta los portones,  a modo de evitar que ingresen desde el exterior a ocasionar cualquier ilícito. “Eso ayudó. Acá tenemos personal mañana y tarde y  están hasta las 00 hs pero solían ingresar de madrugada”, acotó Martínez, a la vez que afirmó que “lo que más se han llevado son placas de bronce por el valor que tienen”.

Reunión con directivos escolares

“Hablamos con los directivos de la escuela que está en frente porque los chicos solían venir y como una picardía se llevaban cadenitas y juguetes de las tumbas. Entonces fuimos a ver que podían hacer desde la escuela y, por suerte eso tampoco pasa ya”, expresó Martínez haciendo referencia a que el cementerio no solo es víctima de adultos inadaptados, sino que además los más chicos lo usaban como un lugar de “diversión”.

Pero… no siempre es un ajeno

Según Martínez, a veces una falta de comunicación familiar termina en una queja infundada hacia el cementerio. “Muchas veces nos ha pasado que falta alguna placa o algo y resulta que vino otro familiar y la sacó o cambio algo y, como hay problemas familiares, no lo saben. Por conflictos, hasta hemos tenido que llamar a la Policía por familias que se pelean acá adentro”, concluyó.

Abejas en el nicho

Fue el reclamo más reciente de una vecina y, por el cual tuvo que intervenir Defensa Civil. Una colmena “de las más grandes que he visto”, según dijo Luis Luque, coordinador de esa entidad municipal, se apropió de un nicho y, por la cantidad de abejas alrededor, la mujer no podía dejarle una flor a su padre: “hace dos meses que hice el reclamo y todo sigue igual”, había comentado Claudia Herlein, la denunciante, a este medio.

Ese mismo día, “La defensa”, se apersonó en ese sector del cementerio y  controló la parte invadida, sellando el nicho y neutralizando la zona. Sin embargo, el trabajo es mucho más profundo ya que la abeja reina está en el interior del nicho y deben abrirlo y sacar el nido con un apicultor. “El techo está partido y  en eso no podemos intervenir”, dijo Luque. Sin embargo, en la mañana de ayer regresaron y el problema estaría resuelto. O por lo menos por ahora.

Trabajar con poco personal

Entre las dificultades o desventajas que imposibilitan que todo esté “100% en orden” el cementerio, está la falta de personal.  “Se nos jubilaron tres personas este año y, dentro de poco se jubila otro empleado más. Fue algo que ya lo hablé; tenemos solo dos hombres a la mañana y tres  a la tarde y no dan abasto. Es mucho el trabajo que hay acá”, sostuvo Jorge Martínez que además reconoció que es algo “de hace bastante”.

Esas cinco personas deben mantener en condiciones un predio que tiene más de diez mil nichos y todo el resto.  Cortar el pasto, cavar las fosas, etcétera. “Algunos creen que es fácil, pero nada es fácil acá”, dijo el encargado “tirando un palito” a algunos trabajadores del municipio que suelen pensar que “en el cementerio está la fácil”. Otros, le dicen “le lugar de penitencia”, porque, al parecer, sería el sitio donde irían a parar quienes tuvieron alguna vez un entredicho con las autoridades. En fin, son todos dichos.

Versión cruzada

Al respecto, Diego Barrientos, encargado de Gestión Pública del Municipio, fue contundente y dijo “no estar enterado” de que desde el cementerio necesiten más personal. “Yo he hablado con él y no me dijo eso. Volveremos a hablar”.

Cada vez más juicios

Martínez, no dejó de mencionar tampoco la gran cantidad de juicios que tienen con familiares que no pagan el lugar. “Cada vez tenemos más juicios. Hay gente que debe desde hace 9 años y hablamos de $120 por año que pagan y no lo hacen”, sostuvo; aclarando que esta especie de contrato final se renueva cada 10 y 25 años según el sitio.

“Mejor que otros cementerios”

El hombre, tampoco se guardó “los elogios” que, asegura,  gente que no es de Alta Gracia, le hace al lugar que protege: “Hay falencias, como en todos lados, pero acá traen gente de otros lugares por lo cuidado que está. En comparación con otros cementerios donde realmente hay abandono. Entonces eso nos pone felices pero por esa razón el trabajo se renueva y nunca para”, culminó.

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