Aunque es un pedido que ya tiene más de cinco años, todavía las postales que se observan en los alrededores de las Canteras del Cerro, cerca de barrio Liniers, son para el olvido. Entre los escombros y los restos de poda, en la zona se observa basura de todo tipo que fue arrojada por los vecinos a pesar de los carteles y los intentos de cercado.
Frente a esto, desde el grupo de escaladores Koru, en diálogo con RESUMEN, explicaron la necesidad de que prosperen las reuniones con el Gobierno de la Ciudad de Alta Gracia para generar un espacio verde y permitir que el espacio sea cuidado por los vecinos.
«Koru está desarrollando actividades desde 2011 en el lugar. Yo me fui en 2017 y empezamos a armar las vías«, explica Esteban Pote, miembro del grupo. Las vías son alrededor de 50 y son nada menos que las rutas realizadas por los propios escaladores, a través de un notable trabajo de ingeniería, para que todos puedan ascender y descender de manera segura.
Pote explicó, asimismo, que la Municipalidad posee un permiso desde 2018 para trabajar en el lugar. El Municipio colocaba carteles e intentaba que no se arruine el lugar, pero los vecinos los robaban. Inclusive había un cartel con un portón en el ingreso principal que fue sustraído junto a un portón sobre calle Catamarca.
«Todo el mundo utiliza el lugar para un basural. La Muni debería tener gente que cuide para que no vayan a tirar basura. Llegaron a tirar unos montículos de tierra para que nadie vaya a tirar basura, pero eso nos cierra el lugar y nos obliga a dejar nuestros autos en zonas inseguras«, agregó.
Con este panorama, el objetivo de Koru y de todos los que disfrutan de la zona es crear soluciones en conjunto que permitan desarrollar un espacio verde digno de la belleza de un lugar lamentablemente olvidado y sobretodo, no explotado como otro destino turístico de nuestra ciudad.
UN GIGANTE DORMIDO
Las viejas canteras del Ferrocarril se encuentran en las primeras estribaciones de las Sierras Chicas, ya saliendo de la ciudad como quien va a La Paisanita, están las ruinas de lo que fuera nada menos que el primer centro de producción de materiales utilizado por el ferrocarril para sus ramales en todo el país.
El tren llegó a Alta Gracia el 25 de julio de 1891. Años más tarde, en 1912 se inauguraron las canteras. Estas, funcionaron durante más de 80 años produciendo material hasta que en 1993 el menemismo decidió cerrar la mayoría de los ramales ferroviarios del país.
De estas canteras se extrajeron todo tipo de áridos. Desde las grandes piedras que eran cargadas a mano y rotas con mazas de 20 kilos hasta aquellas que molidas en la trituradora se convertían en material para los balastros. La piedra grande era utilizada para relleno de terraplenes, y hasta el polvillo se trasladaba en los trenes para distintas obras.
En estas canteras, que contaban hasta con una usina eléctrica propia, llegaron a trabajar más de 200 operarios. Durante décadas, “la sirena del Cerro” fue el despertador para muchos altagracienses. Minutos antes de las 6 de la mañana, la zorra pasaba recogiendo empleados a lo largo de la vía, para llevarlos a las canteras. Fue toda una postal ciudadana y cuando soplaba el viento sur, la ciudad escuchaba las detonaciones de la cantera.
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