Es un pequeño establecimiento educativo que, con motivo de la pandemia, suspendió su actividad educativa en marzo. Desde ese mes, viene sufriendo hechos vandálicos y robos, según denuncian vecinos y padres de alumnos que concurrían habitualmente.
Se ubica en Camino a 60 cuadras, kilómetro 16, en un pequeño poblado llamado Caseros Centro. Y, aunque a esa escuela concurren tan solo 6 alumnos, es un espacio de formación y donde los asistentes también almuerzan, cuando funciona con normalidad.
Es por ello, que familiares y vecinos han manifestado su indignación, al asegurar que desde marzo “les vienen robando todo”.
Y, se quejó que “nadie te da una respuesta. Vas a la policía de Bouwer y nadie te responde nada”. Explicó en ese marco que ese predio depende de la Municipalidad de Bouwer y admitió que sienten estar en “una zona gris” donde “andan robando por todos lados”, al tiempo que no tienen respuestas ni soluciones.
“Ahora los niños tienen que empezar el colegio y no tienen nada”, sentenció.
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