Tienen 15 y 17 años y están acusados por un delito penal que inicialmente fue el de “lesiones gravísimas”. Pero, con la lamentable muerte de su víctima el cambio de carátula a “Homicidio” es inminente. Así mismo, cada uno podría atravesar por un proceso judicial diferente. En realidad, uno de ellos porque para la Ley Penal, el de 15 es inimputable.
Tras casi cuatro meses de agonía, el pasado domingo Martín Hurtado de 19 años dejó de existir. El joven había recibido el fuerte impacto de una piedra en su cabeza, mientras se conducía en su motocicleta por calle Catamarca; desde entonces permanecía internado en un nosocomio cordobés con un cuadro prácticamente irreversible.
En el caso, tomó la posta el Juzgado penal juvenil, debido a que los supuestos autores del incidente, quienes se entregaron espontáneamente casi 20 días después del mismo, son menores de edad.
El contexto
Poco se sabe aún del marco en el que la tragedia se desató. En primera instancia, la crónica policial daba cuenta de un episodio lamentable en el cual la víctima había quedado en medio de una riña entre dos bandos. Conflicto que le era totalmente ajeno; es decir, estar en el lugar y en el momento equivocado.
Sin embargo, Diego, padre del joven, en diálogo con RESUMEN aseguró, por un lado, que se había tratado de un acto intencional y no de un accidente y dijo tener pruebas de ello. Por el otro, remarcó que su hijo no había tenido participación en ese pleito pero que había coincidido previamente en una fiesta junto a quienes luego fueron sus atacantes. “Se muy bien quienes fueron. Esto fue adrede”, expresó el hombre, dejando aún unas cuantas dudas. ¿Se conocían”, aparentemente sí.
Con el correr de las horas circularon trascendidos que, de alguna manera, respaldarían la versión del padre de la víctima (respecto a que podría haber sido un acto intencional) y que tienen que ver con un viejo problema entre los involucrados por una motocicleta. No obstante, lo que queda aún en la nebulosa es saber si el piedrazo que en definitiva acaba con la vida de Martín, fue voluntario o no. Algo que en materia de responsabilidades, modifica la cuestión.
¿Cuál es el destino de los hermanos detenidos?
Aquí, es preciso aclarar que en el caso del adolescente de 15 años eso no es un interrogante. Para la ley es inimputable y si bien desde su entrega está alojado junto a su hermano en un complejo de menores, por su edad no puede ser juzgado ni mucho menos condenado.
La situación de su hermano es otra. Con 17 años enfrentará un juicio y hasta podría recibir una condena. Sin embargo por ser aun menor de edad, sus posibilidades de salir exonerado son muchas y todo depende de la conducta que desempeñe mientras permanezca interno en ese lugar donde supuestamente es de “resocialización”. En pocas palabras, también podría evitar ir a la cárcel si es que “cumple con las expectativas de la Justicia”. Una especie de “probation”. Nada grave.
En cuanto al tipo de Homicidio que cabe en este caso, podría hablarse de uno simple, culposo y hasta de un preterintencional. Depende, claro está , del marco en el que se sucedieron los hechos. Pero, para ser francos, la gravedad de la imputación no sería relevante en este caso en particular, teniendo en cuenta que aunque el imputado enfrente un homicidio simple (el que comprende mayor condena de los tres mencionados), podría tranquilamente ni siquiera pagar por ello.
Los menores y la imputabilidad ya es un tópico de largo debate. Más allá de ello, lo que evidentemente está quedando excluido en esta cuestión tiene que ver con la verdadera Justicia, la que se pide por Martín; por la que aboga su familia. ¿Quién piensa en él?
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