Editorial

Cambio de timón

Quince meses de gestión y 8 bajas.

Creo que no son necesarios demasiados cálculos para entender que prácticamente se fue un funcionario cada dos meses de gobierno. Seguramente Usted, al igual que yo se preguntaba porque la inacción, ya que el problema de las deserciones constituía uno más que se sumaba a muchos que seguramente resumía una situación preocupante y que constituía una ciudad que estaba muy lejos de ser la que queremos y necesitamos.

Parece que por fin escucharon nuestras preguntas y presentaron en sociedad un nuevo gabinete. Las esperanzas están echadas, queremos ver cambios, queremos ver obras, queremos ver funcionarios comprometidos, queremos que por fin le encuentren el cascabel al gato.

Es muy curioso comprobar que en este como en otros temas, se puede hacer un paralelo con uno de los deportes que más disfrutamos los argentinos, el fútbol. ¿Qué pasa cuando un técnico no da en la tecla? Qué pasa cuando prepara un equipo que lejos esta de dar con óptimos resultados? ¿Es culpa del técnico? ¿Es culpa de los jugadores?

Quizás de uno, quizás del otro, quizás de ambos. Lo que sí es cierto es que genera una sensación de sinsabor que la hinchada manifiesta de muchas maneras. También es cierto que mientras el cuerpo técnico espera y prueba, las inversiones ya se hicieron. Inversiones éstas que generan una importante pérdida de dinero para el club y que la mayoría de las veces no se recupera. Usted al igual que yo no fuimos preparados para la labor política, pero si, como ciudadanos, podemos contar todo aquello que creemos le hace mal a la ciudad y que debería cambiar, ¿no le parece?

No se trata de estar a favor o en contra, se trata de tomar partido por algunos temas, de tomar posición por otros y ponerse de una vez a andar.

En relación a ésto, existe un artículo publicado por el periodista Manuel Carballo sobre la situación política de los gobiernos de Europa, que realmente parece estar hablando de nuestra realidad; en el mismo manifiesta entre otras cosas lo siguiente: “En un artículo reciente de Raghuram Rajan, catedrático de finanzas de la Universidad de Chicago Booth School of Business y ex-economista del FMI y actualmente asesor de economía del Gobierno de India, “The public and its problems” en Project Syndicate, alerta sobre la falta de acción de los gobiernos europeos en general y destaca que puede ser por tres motivos: La incapacidad intelectual de los dirigentes políticos que les impide ver la gravedad de la situación económica, o se trata de horizontes electorales cortoplacistas de éstos que les impiden tomar medidas a largo, o la inexistencia de un mandato del ciudadano para resolver los graves problemas económicos (…)”

¿Muy duro y muy actual, no? Lo que pasa es que las realidades se parecen; tanto la gente de allá como las de acá está un poco cansada de que se contengan situaciones conflictivas, y no se actúe, que los dirigentes se esmeren en educar a la población en la ideología de la imposibilidad.

Constantemente parece que afirmaran con sus actos que no se puede y que las demandas de la población son utopías que dejan en un lugar desamparado al que se atreve a pronunciarlas; van quedando realidades y actores en medio de situaciones que nunca terminan de resolverse, es como extender una agonía que no nos lleva a otra cosa que la muerte.

Parece que es momento de despertar, necesitamos un cambio, estamos a tiempo, hay un nuevo equipo que sale a la cancha, esperemos que esta vez pongan todo y de una buena vez, jueguen para nosotros.

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