«El día viernes 14 de diciembre,en el Congreso Provincial del partido Fe,las máximas autoridades del PJ y del Partido Fe rectificaron su compromiso de trabajar juntos con vistas al 2019,para el actual gobernador de Córdoba el compañero Juan «el Gringo» Schiaretti. Un orgullo ser parte de este equipo junto a Jorge Daniel Bustos quién asumió el compromiso del armado del Dpto. Santa María», así recita un posteo de Ana Carolina Pinciroli , candidata a viceintendente en la fórmula con Jorge Bustos.
Pocas horas antes, el mismo Bustos se encontraba en el brindis del «morerismo» en un salón de nuestra ciudad. Acompañaban al concejal radical, autoridades del Frente Cívico, el ex Intendente Bonfigli, referentes históricos de la ciudad, ex candidatos de PRO. Pero no sólo. Un video de saludos de grandes figuras provinciales, como Mario Negri o Brenda Austin. Y una sola, consigna, Mestre Gobernador, en todo el salón. (o dos: Morer Intendente, pero esa más disimulada)
¿Y entonces?
La explicación de la presencia ( de larga duración) tal vez esté en la esencia misma del partido Fe, «peronismo puro», como aman definirse.
El Partido Fe nace allá por 2012 de la mano del gremialista fallecido Gerónimo Momo Venegas.
En Córdoba se presentó en 2014 y gozó desde su primer día del aval y bautismo del ex Gobernador José Manuel De La Sota.
Ahora bien, en 2015 el partido FE tuvo un comportamiento electoral algo distinto, entre Nación y Provincia.
Si por un lado pasó a ser en gran parte del territorio argentino la cuarta fuerza de Cambiemos, en Córdoba apoyó saldamente al Gobernador Schiaretti. Apoyo peronista e incondicional que se ratifica para el 2019.
Uno de los más fervorosos militantes de Bustos, operador, hacedor y referentes de Fe, es Iván Vizne, que tuvo un breve paso por el PRO de Alta Gracia.
También en el FE, estaba ( ¿o seguirá estando?) «Pupi» Valdez, directamente del riñón del partido de Bullrich.
Tiburones
Jorge Bustos en su publicaciones se propone como un vecino común, honesto; distinto de aquellos que «caminan o simulan caminar» los barrios. Alguien que puede cambiar ese «estanque de agua» que es Alta Gracia, dominada por «tiburones blancos de la política, que están desde hace más de 40 años”, como escribió en ocasión del robo de sus pasacalles.
En ese salón había unos cuantos tiburones, algunos grandes, incómodos, muy lejos de ser peronistas y con temitas de condena por corrupción, con los que él brindó tan solo horas después de ratificar su peronismo puro cordobés.
Cartas y misivas
Muy probablemente, como pasó en el caso de otra nota de este mismo medio y para otros colegas, podría llegar un pedido de retractación, queja, carta abierta en donde desde los fieles sostenedores de Bustos bregan por la defensa de la «libertad de expresión». La que ejercemos, en este mismo momento.
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