Deportes

Berta para creer

A los nostálgicos teceístas que peinan canas o directamente ya no tienen pelo para acomodar, se les escapa un lagrimón cuando hablan de las recordadas Liebres o el Torino de los años 70. Para los apasionados del automovilismo, el Berta-Tornado o el Berta LR son palabras mayores. En todos estaba la mano del Mago de Alta Gracia, Oreste Berta. El genio de Rafaela que empezó a construir autos de competición a mediadios de la década del 60. El mismo que estuvo detrás de la ingeniería de los Torino que hicieron historia con la Misión Argentina en las 84 Horas de Nürburgring de 1969. El mismo que llegó a diseñar un auto de Fórmula 1 en los 70, que García Veiga probara en Buenos Aires pero que nunca llegara a correr un GP. El mismo que proyectó aquella imbatible Renault Fuego con la que el Flaco Traverso se cansó de ganar en TC 2000 en los 80. Todo saliendo de su fortaleza de Alta Gracia, desde donde hoy en día salen, por ejemplo, los motores del Top Race.

Los hijos del Mago siguen con la tradición y Orestito encabezó el desafío técnico de trabajar en dos cuatriciclos que disputan este año el Dakar: los Yamaha de Pablo Copetti y Gastón González. Y si hay un Berta atrás, se nota. Copetti ganó la segunda etapa, disputada el martes. Y González venció en la tercera, que unió Tucumán con Jujuy, corrida ayer. “Es muy reconfortante. Este resultado es lo que se consigue después de un año de trabajo y se puede reflejar. Es una gran alegría”, le contó Orestito a Campeones después del par de éxitos en tramos.

El desafío no es menor en esta novena edición del Dakar sudamericano. Como nunca antes, la altitud será la vedette y el gran filtro no sólo para los pilotos (ayer se quejaban de dolor de cabeza) sino también para los vehículos por la caída de poder que sufren los impulsores. “Hay muchos factores que deben probarse para que el motor funcione en su punto óptimo, aun perdiendo potencia. Nos enfrentamos a temperaturas de más de 60 grados y a la altura”, dijo el hijo del Mago.

González fue el que mejor pudo enfrentarse a los cambios de clima (de 36 grados pasaron a 5) y a la altura para quedarse con la etapa (Copetti se retrasó, finalizó 15º y perdió la cima en la general). González, de 38 años, nació en Río Cuarto y está disputando su cuarto Dakar. Se enamoró de la carrera cuando aún estaba en Africa y logró correrla por primera vez en el 2010, con un auto (fue 48º). En el 2013 probó con un cuatri (terminó 16º) y pintaba como candidato en el 2014, pero la caída de un sponsor lo obligó a bajarse. En el 2015 abandonó en la sexta etapa y el año pasado volvió a pegar el faltazo. En esta edición, de la mano de Berta, ya está haciendo ruido.

Fuente: www.ole.com.ar

Mostrar más
 

Noticias Relacionadas

Comentarios:

Botón volver arriba