El miércoles pasado un grupo de vecinos de Barrio Cámara se presentaron en el Concejo con una nota en la que se manifestaban los reclamos por la inseguridad y los robos que vienen sufriendo desde hace tiempo. Allí se dio un encendido debate y una dura crítica hacia el rol de los políticos de parte de una vecina, Gabriela Liendo, quien además es candidata a Concejal para la lista de Verónica Sueldo.
Desde la UCR se presentó un proyecto de resolución para convocar al Consejo de Seguridad de forma inmediata, que fue rechazado por los peronista, con la sola excepción de la edil Ferrari. Como contrapropuesta, Roberto Urreta convocó a una reunión para este lunes con mimebros del Concejo y de la Policía, pero sin ordenar la presencia formal del Intendente Torres.
Anoche los vecinos llegaron a la cita del Concejo pero allí mismo se enteraron que no habría participación de otros actores y que el Intendente Torres convocó finalmente a una reunión para el martes 30 con el Consejo de Seguridad y con autoridades provinciales.
Una vez más, la voz de los vecinos se hizo escuchar, más que todo por el malestar por haber sido «plantados» sin aviso previo.
El escrito enviado por Torres, detallaba todas las medidas que el Municipio realizó en los últimos años en materia de seguridad en el Barrio, desde luminaria, cámaras, patrullajes etc, antes de citar a una nueva mesa de trabajo:
Atento a la legítima inquietud manifestada por vecinos del barrio es que convoco para el día martes 30 de julio a las 19 horas en el Departamento Ejecutivo, al Consejo de Seguridad Municipal y a una comisión de vecinos de este barrio. En dicha reunión trataremos que se haga presente el Comisario Departamental, representantes del Poder Judicial, autoridades del Ministerio de Seguridad de la Provincia y las distintas personas que conforman el Consejo”.
No pasa desapercibido que la reunión será luego de las elecciones PASO, para no tirar leña al fuego en días álgidos de campaña.
Por otro lado, más de un concejal manifestó en off su malestar respecto a la supuesta movida política de los reclamos, no tanto en su sustancia, ya que reconocen los problemas del barrio y la necesitad de soluciones, sino en los tiempos y por el hecho que la batuta y la voz cantante venía de parte de una ciudadana involucrada como candidata en el proceso electoral.