Las miradas de los vecinos están puestas, como todos los veranos, en el desempeño del área de Servicios Públicos y Espacios Verdes, en cuanto al desmalezado. Como pasa por otras cuestiones, como la basura, por ejemplo o el cuidado de las veredas, hay responsabilidades que recaen sobre los vecinos.
Mientras se hacen campañas desde Ambiente y Salud para prevención de plagas y alimañas que proliferan en el caso de baldíos con vegetación sin cortar, muchos terrenos privados, a menudo cercados y con cartel de venta parecen verdaderos rincones de selva, en los que ni las máquinas ni los machetes pasaron por meses.
RESUMEN dialogó con el Secretario de Servicios Públicos, Iván Poletta, para conocer el alcance de los controles e intimaciones: “Todo los terrenos públicos, los mantenemos nosotros, desde mi Secretaría; Todo lo que es privado depende de la Secretaría de Ambiente, quien tiene que mandar una intimación al propietario de ese lote, luego de haber verificado con catastro, y marcando el plazo para que regularizar la situación por cuestiones de salud pública”.
La realidad es que hay una ordenanza que establece que tanto las veredas como los baldíos privados deben ser mantenidos por sus dueños. Luego de recibir una intimación por falta de mantenimiento, el trámite pasa en mano del Tribunal de Faltas, que puede en caso de incumplimiento autorizar a la Municipalidad a intervenir en las tareas de desmalezado; en esos casos, se prevé el pago del servicio municipal.
Con respecto a un balance de esta temporada, con respecto a los infractores y las intimaciones, Poletta agrega: “Cuando se empieza con una política de intimación, más allá de que la gente se queje, termina surtiendo efecto; muchas veces no cortan el pasto porque se olvidan y otras veces porque son hijos del rigor. Pero frente a las multas, es más probable que cumplan”.
Veredas
Hace pocos días atrás finalizó la campaña municipal de desmalezado de veredas sin costos. Poletta se mostró satisfecho “La gente estaba muy contenta lógicamente y para nosotros no fue sólo una forma de emprolijar la ciudad, sino para distribuir folletos, sensibilizar y dialogar con los vecinos acerca de su responsabilidad en cuanto al cuidado de las veredas: “Tuvimos muy buenas respuestas en todos los distintos barrios en los que estuvimos. Creo que la gente tomó conciencia, se mostró agradecida y, en algunos casos, nos manifestaron que en realidad les correspondería a ellos. Parte del éxito fue porque justamente se trató de una campaña, y no de un operativo recaudatorio”, cierra el funcionario.