El Dr. Claudio Lasso, de larga trayectoria profesional en los Tribunales de nuestra ciudad, es desde hace unos días el nuevo Juez de Control, niñez, juventud, penal juvenil, y faltas de la ciudad de Alta Gracia. Con jurisdicción en buena parte del Departamento Santa María, dialogó con RESUMEN sobre su función y varios temas de importancia relacionados a ella.
¿Cuál es la función de un Juez de Control?
Tiene una actuación eventual dentro del proceso penal. Controla, a instancias de partes, la actividad realizada por el ministerio público fiscal. Interviene a través de las oposiciones que presenten los abogados en la investigación penal preparatoria. Esas oposiciones llegan al tribunal, y el juez resuelve, ya sea haciendo lugar a la oposición o confirmando lo que haya resuelto el fiscal actuante. Es una actuación ocasional.
Por otra parte, donde sí tenemos una actuación directa es cuando nos solicitan una orden de allanamiento, intervención telefónica, apertura de correspondencia; todo lo que hace al aspecto constitucional como es la violación de la intimidad, lo hace el juez de control, que actúa como un juez de garantías.
El fiscal solicita el allanamiento y nosotros lo ordenamos, caso de delito. Tenemos competencia en materia de prevención en el tema de niños maltratados, que ahora es competencia de la UDER quien se ocupa de las medidas excepcionales. Nosotros debemos controlar que esa medida excepcional este bien dictada, que se ajuste a derecho y que las causales estén realmente comprobadas. Hacemos el control de legalidad de esa medida.
¿Los números de la delincuencia juvenil, preocupan?
Hay dos cosas, que a veces suelen confundirse. A veces la prensa dice “menor roba un colectivo” y uno se imagina que un menor subió con un arma y asaltó a los pasajeros y resulta que fue un hurto de alguien que arrebato una cartera.
En Alta Gracia, dentro de lo que es la delincuencia juvenil penal, no hay hechos muy graves. En estos momentos tenemos institucionalizados solamente dos chicos. Uno al que le han declarado su responsabilidad en la cámara penal de Córdoba por homicidio en ocasión de robo y el otro el del hecho de barrio Parque San Juan. Hay hechos menores, hurtos, algunos actuando con mayores de edad
¿Hay registro de reincidencia en menores?
Pasa que con los menores no podemos hablar de reincidencia, sino de habitualidad delictiva o no. Porque cuando se los condena, nunca se los condena por reincidentes. Inclusive las condenas impuestas como menores nunca pueden ser tenidas en cuenta después, si delinquen como mayores de edad. Se debe hablar de habitualidad y no de reincidencia
Lo que si se ha visto exacerbado, es el tema de la delincuencia derivada del consumo de drogas. No tengo estadísticas, además no tenemos competencia sobre drogas, más allá que esté ligado al tema de la delincuencia.
Eso como que va de la mano…
La mayoría de los casos de los chicos que ingresan, alguna vez han consumido. Pero no es solo la droga. Hay que trabajar sobre el consumo de alcohol. El alcohol es la puerta que abre todas las otras para el consumo de otras sustancias. Uno por ahí no lo tiene en cuenta pero es muy grave. Y como sociedad tenemos que atacar todos los flancos. Nadie controla la venta de alcohol en los kioscos, por ejemplo. Tenemos chicos que se inician temprano en el consumo de alcohol y eso facilita el posterior consumo de otras sustancias como marihuana, cocaína.
¿Ha variado la edad de los menores que delinquen?
Hay casos contados de menores muy chicos, pero son hurtos menores, no hechos graves como para hablar que ha bajado la edad de la delincuencia. Creo que ni bajando la edad de la imputabilidad se va solucionar el tema de la delincuencia juvenil, porque hay otros factores externos. Ya se ha visto, con todas las modificaciones que ha habido en el Codigo Penal a partir del caso Blumberg, no disminuyó para nada la delincuencia.
¿Entonces?
Hay que trabajar sobre la prevención de todos los factores. Hay que partir de la base que el niño y el adolescente son educandos. La primera base de la educación es la familia, el inculcarle valores. Y después están las instituciones. Si tu hijo en la escuela es una cosa, es porque en tu casa, alguna falencia hay. Hay que trabajar por ese lado.
Ademas, se ha perdido mucho el respeto por la autoridad. Antes, faltarle el respeto a un maestro era doble castigo. Primero te castigaba el maestro y luego te castigaban en tu casa. Ahora…. Hay una escala de valores totalmente alterada.
Hablemos de violencia de género…
Atendemos casos de violencia familiar cuando la conducta constituye un hecho delictivo, ya sea una amenaza, lesiones graves o leves. Entonces sí pasan por acá, porque muchas veces dictan prisiones preventivas cuando se vencen las órdenes judiciales que se dictan en el marco de la violencia familiar.
¿Y las denuncias son muchas?
Las denuncias por violencia familiar son muchísimas. En Alta Gracia estamos entre las tres ciudades con mayor cantidad de casos, después de Cosquín y Jesús María.
Debiera haber mayor presupuesto para que se puedan orquestar estrategias de acción en la contención y tratamiento de los casos de violencia de género. Debe haber profesionales junto a las víctimas, realizar un seguimiento de los casos y crear albergues para las mujeres golpeadas. Pero ojo, esas casas de contención tienen que ser secretas, no deben ser conocidas por los agresores, no deben darse a publicidad. Se da que en muchos casos los que las abren se sacan fotos en la casa y la ponen en la tapa de todos los diarios, y la función de privacidad que tiene que cumplir, se pierde.
¿En que se propone poner más énfasis a la hora de trabajar?
En todo y todos. Hay que tener en claro que en un expediente tengo dos partes, la víctima y el imputado y los dos merecen el mismo tratamiento legal. Hay que leer cada uno de los expedientes y analizarlos bien antes de tomar decisiones.
Por otro lado, vuelvo a poner el acento en la prevención contra el alcohol y la droga. En Alta Gracia hace falta una casa para trabajar en este aspecto. Que la gente no tenga que viajar a Córdoba, ni el enfermo ni su familia, contenerlos acá.