Carolina Romagnoli y Pedro Martín, presidenta e integrante de ADMA, adelantaron a este medio que el 12 de noviembre, de 8 a 14 horas, llevarán el quirófano móvil para realizar castraciones y harán vacunación antirrábica, en barrio Liniers. Están cerrando también, la misma actividad en otros dos centros vecinales, antes de fin de año. «Queremos ver si Alta Gracia se destaca por sus políticas de salud animal» manifestó la presidenta.
Sobre la campaña de vacunación que se llevó adelante el pasado sábado 29 de octubre en Villa Parque Santa Ana, Romagnoli contó que fue exitosa la jornada: «Son exitosas estas campañas en las comunas, ya que no estamos todo el tiempo y cuando las realizamos, los vecinos asisten. Este año se colocaron 800 y el año pasado ya habíamos aplicado una cantidad parecida. Santa Ana y Despeñaderos, son las localidades donde más vacunas se ponen. Particularmente, en Villa Parque Santa Ana, estamos haciendo desde hace un tiempo concientización y castraciones. El sábado, los niños recibían un caramelo, los perros sus vacunas, se sacaban una foto y estaban muy contentos».
Sobre la rabia, la proteccionista explicó: «La rabia es una enfermedad zoonótica y es fundamental proteger a la población: hay que trabajar de manera regional, preservar la vida del animal y de las personas. Alta Gracia puede estar protegida, pero si las poblaciones de alrededor no, no tiene sentido». Y recordó el brote de rabia en Valle Buena Esperanza y Falda del Carmen en 2019.
«La fundación es una pata fundamental, pero la decisión política debe ser del intendente o jefe comunal. Afortunadamente tenemos muchos jefes que se han acercado, la salud animal no es un gasto es una inversión, que el que lo logra ver, es un avance. Es un combo que va con la vacunación antirrábica, con la educación. Las nuevas generaciones ya no los ven como cosas, hoy los animales son parte de la familia, están más involucrados, lo castran, los vacunan» afirmó Martín.
Con respecto al maltrato animal, Romagnoli afirmó: «Durante la pandemia fue notable el incremento. Hay que dejar de normalizar el maltrato. Que se cumplan las pocas leyes que hay. Cada caso que haya, marcar un precedente: como lo del criadero, imputar a la persona y no retribuirle los animales, por lo menos que le duela el bolsillo».
Y continuó: «Estamos esperando que la justicia determine que hará con ellos (los 41 perros), si nos da la custodia definitiva, para luego castrarlos y darlos en adopción o bien pueden llegar a restituírselos, esperamos que no, pero puede suceder. Desde que somos querellantes, estamos presentando los informes y trabajando codo a codo con el fiscal (Fernández) para que pueda tomar una determinación y que vea el panorama. La decision que tome sera la correcta. Siendo querellantes movemos la causa desde adentro y aportamos pruebas para que no se caiga».
Una de las conclusiones positivas a partir de este hecho fue el trabajo mancomunado entre ADMA y las proteccionistas independientes: «el fin es el mismo, las formas son diferentes. Por ser una institución debemos respetar la ley, no podemos escrachar. Hace rato que estamos trabajando con la mayoría de las protecionistas» concluyó Martín.
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