El pasado viernes, la Fiscalía de II instrucción de la ciudad, elevó a juicio la causa que tiene, desde hace cinco meses, a dos hombres detenidos en la cárcel de Bouwer, imputados por los delitos de “Privación ilegítima de la libertad calificada, Robo Calificado por el uso de arma de fuego operativa y Escalamiento”.
Se trata de Sergio Agüero de 20 años de edad y de Rubén Cannavesio de 45; ambos oriundos de la Ciudad de Córdoba, quienes el pasado 28 de octubre interceptaron a una pareja en el ingreso a la habitación Nº 2 del hotel “Secretos”, ubicado a metros del peaje de la Autovía Atilio López y, a punta de pistola, le sustrajeron sus pertenencias.
Sin embargo, los delincuentes no pudieron ir muy lejos ya que la secuencia fue observada por los recepcionistas del hotel, a través de las cámaras de seguridad y estos, de manera inmediata dieron aviso a la Policía. Allí se montó un importante operativo que incluyó a la jefatura de la patrulla de Alta Gracia y hasta al grupo de Negociadores del Equipo Táctico E.T.E.R; ante la posibilidad de tener que enfrentar un posible caso de toma de rehenes. Alfo que finalmente no ocurrió.
Luego de perpetrar el robo, los sujetos, sin saber que ya estaban rodeados, intentaron huir del lugar. Uno lo hizo saltando una tapia de más de 2 metros pero fue aprehendido a los pocos segundos; el otro, salio caminando por el ingreso de atrás del hotel y fue alcanzado a metros del lugar, debido al gran dispositivo cerrojo montado. En el lugar, se les secuestraron dos armas de fuego tipo revolver de calibre 22 y 44 e inmediatamente fueron trasladados a la comisaría de Alta Gracia y, al día siguiente a la cárcel de Bouwer.
Por su parte, las víctimas, una pareja de 27 y 36 años, le habían cronicado a la Policía, el momento de terror que estos sujetos les hicieron pasar, cuando los mantuvieron boca abajo durante varios minutos, apuntándolos con el arma para luego robarles sus pertenencias.
A juicio
Los cargos que deberán enfrentar estos sujetos podrían llevarlos hasta a cumplir una pena superior a los 20 años de prisión (en el peor de los casos) y, como condena mínima unos 15. Pero, sin duda, la situación es mucho más complicada para Cannavesio, quien al momento del hecho ya tenía un grueso prontuario por hechos similares y hacia apenas algunos meses había purgado una condena.
Además, con el avance de la investigación, se conoció también que el hombre usaba el nombre de “Antonio Lorca”, incluso muchos así lo conocían; para realizar diferentes diligencias y tenía otros dos documentos apócrifos.
Ahora, están a la espera de que un Tribunal oral resuelva su situación procesal.
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