Sociedad

Túneles Jesuíticos: caminando entre leyendas e historias

El grupo se llama Speleo Túnel Córdoba, y vienen trabajando desde hace tiempo identificando el patrimonio subterráneo de Córdoba. Con esas herramientas se podría saber parte de los secretos que los Jesuitas se llevaron de regreso a España en 1767, momento de su expulsión: “Hubo un único trabajo arqueológico en 1974 en el Casco de la Estancia, por parte de Martha Slavazza, que no pudo culminarse porque era urgente cumplir con los tiempos fijados para inaugurar el sitio como Museo. El trabajo de Slavazza nos permitió conocer dónde estaban las habitaciones, dónde podía o no tenía sentido que surja un túnel y desde allí comenzamos a realizar hipótesis. Para nosotros, está casi confirmado que los túneles existieron, tal como existieron en las ruinas de San Ignacio o en Santa Catalina”, quien habla es el doctor Sergio Tissera, médico de profesión, speleólogo por pasión.

El grupo trabaja sobre documentación fidedigna y pretende utilizar un Georradar que permitiría escanear el suelo, “Pero no hemos tenido apoyo ni autorización. Tampoco nos han permitido trabajar con un sismógrafo, que es más barato, no invasivo y nos permitiría saber dónde hay lugares huecos” explica Tissera.

A las referencias de Slavazza, los investigadores agregaron entrevistas con ancianos que transmitieron información oral o visual de túneles derrumbados en décadas pasadas, como el que quedó expuesto en el año 54. Además, Tissera y su equipo trabajan sobre las anotaciones de Marcelo Guardabassi, quien encontró el ingreso de un túnel en sus campos y realizó excavaciones para investigarlo. Otro testimonio es el que aporta el historiador Augusto Piccón: “Estaba en un campo cercano a Berta, recorrimos 400 metros, fuimos con dos vecinos, el Dr Moreyra, y el señor Yamamoto y algunas personas más. ¿Cómo investigás eso?, necesitas el apoyo de una agencia gubernamental”.

La mano del hombre
Guardabassi hizo excavaciones y encontró túneles rectilíneos que se hundieron; allí se veían la huellas de herramientas, por lo que no eran mallines. Desde el grupo Speleo Túnel, tienen la hipótesis de que los túneles comenzaban con bóvedas de ladrillos, y luego continuaban su recorrido construidos en tierra excavada. ¿Pero para qué los hicieron?, ¿a dónde conducían?, ¿cómo los hicieron?.

Una voz autorizada, el padre Grenón
El padre Grenón, historiador del pasado colonial de Córdoba, fue contundente sobre el tema: «La existencia de los subterráneos, en Córdoba, solo es materia de cuenteros, ignorantes y de crédulos».
Sobre la hipótesis de su construcción para facilitar un escape, hacia o desde Córdoba, en caso de ataque de malones, Grenón dice que en esa época no había invasiones de indios contra las estancias: «En las 20 horas de viaje a pie , quedarían ahogados por la falta de aire sin comida, sin descanso y sepultados vivos , sin poder seguir , sin poder volver. A su vez, cualquier respiradero habría delatado el pasaje clandestino.» Para su construcción deberían atravesar el Río Primero, arroyos y otras dificultades.
La postura de Grenón, reconocida por todos los historiadores locales como fuente fidedigna, contrasta con los túneles hallados en otras Estancias Jesuíticas, como Caroya o Santa Catalina.

Que sí, que no. Algunas hipótesis
Augusto Piccón: “Existen; yo los vi dos veces, pero no sé de qué períodos son, ni me animé a ingresar en ellos más allá de cierto punto. Ahora yo pienso que si tenían 300 esclavos negros podían haberlos empleado para construir túneles, pero no tengo evidencia científica del tema”.
Esteban Dómina: «Estos túneles de Córdoba Capital eran túneles de escape. Córdoba era una zona bajo riesgo de ataque de los chaqueños (Abipones), aborígenes llegados desde Santa Fe, muy bravos y rudos. Los túneles de Alta Gracia eran distintos de los de Córdoba, ahí no había malones y los jesuitas los usaban para obras hidráulicas».

Carlos Page: «Los túneles nunca existieron»
Entre los historiadores que abordaron el tema para tocar el tema está Carlos Page, quien descartó la hipótesis: “Absolutamente falso. Nada verídico, puras leyendas sin ningún asidero. Los túneles no existen. Les recomiendo leer el libro de la estancia de Alta Gracia y el excelente video de Jorge Lask sobre los túneles, prohibido, como muchas otras cosas, por los que en su momento se creyeron «dueños de la estancia». El padre Grenón escribió un folleto «Los túneles de Córdoba no existieron ni podrían haber existido (o algo así) y cerró definitivamente la cuestión, aunque algunos todavía insisten con la falsedad simplemente por la curiosidad comercial que puede despertar”.

Bibliografía
Juan Kronfuss
(Arquitectura colonial Argentina) Escrito en 1917, en su análisis sobre los mitos y leyendas desecha cualquier hipótesis de conexión entre Alta Gracia y Córdoba por vía subterránea, por dificultades hídricas que se deberían sortear.

Padre Grenón
( La Compañía de Jesús en Córdoba) Escrito en 1938, toma las hipótesis de Kronfuss y le agrega las dificultades que hubiese tenido ese tipo de túneles para respirar durante 20 horas de caminata entre Córdoba y Alta Gracia.

Efraín u. Bischoff
(Córdoba, nuestra historia)
Escrito en 1975. Es referencia obligada y también desecha la posibilidad de túneles.

Foto: Túneles en Iglesia jesuítica de Santa Catalina, gentileza de www.speleotunel.com.ar

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