
Comenzó siendo albañil desde los 17 años de edad, pero según cuenta ya hacía esculturas desde los 12. Las primeras las concretó con moldes que habían tirado de una fábrica cercana a su casa, las rellenaba con barro y al ver cómo quedaba la figura final comenzó a entusiasmarse por el modelado.
“Hacía figuras hasta con plastilina”, recuerda de su infancia Saúl Miller, el escultor de 72 años que vino desde la ciudad de San Lorenzo, Santa Fe, y hace unos 4 años se instaló en Anisacate. La semana pasada se celebró el Día Nacional del Escultor y Miller lo conmemoró trabajando en el nuevo Parque Temático de Anisacate.
En Anisacate lleva construida varias más, que se ubican en el interior de algunos barrios, como es el caso del Cristo Redentor, y otras a la vera de la ruta 5, como por ejemplo el monumento a Mercedes Sosa, a Néstor Kirchner, a la Mujer, el Rincón Criollo en Villa Montenegro y una fuente de ingreso de 6 metros de altura, similar a una emplazada en la localidad de Rosario. En este caso, la obra contará con circulación de agua constante; “se colocarán unos 100 litros de agua con cloro en un pozo, que circulará por la fuente gracias al funcionamiento de una bomba” cuenta el artista, agregando que la misma se podrá poner en funcionamiento en momentos o épocas especiales.
Según Miller, las obras no generan grandes gastos para el municipio pues la mayoría de los materiales (o los más costosos) son conseguidos por él mismo de donaciones que le realizan diferentes empresas santafesinas o bien comprándolos con dinero de su bolsillo. “Hago las obras porque quiero embellecer la localidad, porque vivo aquí.A veces la gente piensa que el municipio gasta mucho dinero en ellas, pero no es así”, comentó.
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