La localidad se encuentra de luto por la partida de Sara Salazar, “Sarita” como todos las llamaban.
La querida enfermera de los dispensarios, «gran compañera, solidaria, quién mostraba cada día el compromiso con Anisacate», expresaron allegados.
El amor por su localidad, la llevo a formar parte del voluntariado que permitió sostener más de una década las castraciones a través de Canisacate y formar el Centro de Zoonosis Municipal.
«Una luchadora incansable, siempre de buen humor, dejo conmovida a toda la comunidad con su partida», comentaron desde el municipio.
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