
Ante la difícil situación económica que atraviesa nuestro país en la que los aumentos en las tarifas de los servicios y la canasta básica de alimentos están montadas en una espiral ascendente que resulta inalcanzable para la mayor parte de la población, un grupo de vecinos de Alta Gracia se organizó para reunirse dos veces por semana y reeditar el trueque; un sistema de intercambio solidario que tuvo su máximo esplendor durante el descalabro que significó la crisis de 2001.
La cada vez más escasa oferta laboral y los bajos salarios que sufren aquellos trabajadores que- por suerte- todavía pudieron mantenerse en sus empleos, produce que haya un vínculo intrínseco entre las personas para buscar soluciones alternativas a lo que propone el “mercado”, y conseguir, además, artículos de primera necesidad. El mero intercambio de comidas, ropa u objetos, es el verdadero espejo donde sobran las palabras para visualizar una realidad que muchos prefieren no ver; y comenzará a tener su espacio también en Alta Gracia.
Trocar para sobrevivir
Maira Avila tiene 28 años, tres hijos, es ama de casa y es una de la impulsoras del grupo de la red
social Facebook denominado “Truequeando en Alta Gracia” en el que se intercambia ropa, muebles, herramientas o lo que se tuviera de más por algo de interés personal. Ella es nacida en la provincia de Santiago del Estero pero a los 5 años su familia se mudó a Luján, en la provincia de
Buenos Aires y rememora cuando en su niñez –durante la crisis del 2001- conoció el trueque. “Lo viví desde muy chica porque me acuerdo perfectamente que nosotros comíamos, nos vestíamos y nos cortábamos el pelo ahí”. Con respecto a la iniciativa en Facebook que está llevando adelante junto a otras personas, argumentó que “como en la actualidad no hay plata se hacía muy difícil vender las cosas la gente comenzó a querer intercambiarla por otras que necesitaran y a raíz de eso fueron prendiendo a esta modalidad”.
Debido a la alta demanda, ella comenzó a buscar un espacio físico donde se pudiera establecer un club del trueque pero ya no de forma virtual. “Habíamos conseguido un galpón municipal en Villa del Prado pero el inconveniente fue que a la gente le quedaba un poco lejos”, subraya Avila y agrega: “Entonces ahí se nos ocurrió hablar con el señor Miguel Funes que es el dueño ‘Gnomos’ que es un salón que se alquila para realizar eventos, y él nos dijo que no tenía ningún inconveniente siempre y cuando tuviéramos el permiso del municipio”. Una vez conseguido el permiso de la Municipalidad, los organizadores del trueque ya establecieron el inicio de este sistema de intercambio solidario que se realizará el próximo miércoles de 15 a 18 horas y se repetirá también los días viernes en el mismo horario. Allí se podrá trocar todo tipo de cosas con la salvedad por ejemplo de algún tipo de comidas elaborada. “En ese tema tenemos que tener mucho cuidado porque obviamente que hay mucho elementos que necesitan frío y es un tema que tenemos que ir resolviendo. En la Municipalidad nos dijeron que hay un curso gratuito sobre cómo manipular alimentos para aquellas personas que estén interesadas, por eso para esta primera vez no se aceptarán conservas”, informó la mujer. Por último, remarcó que esta iniciativa “no responde a ningún partido político y alguna gente nos critica porque esto es como retornar a la década del 90’; pero hay que ser realista y la verdad es que en la calle no hay plata y tampoco hay trabajo. Lo veo en el Facebook, si una persona pide un empleado hay inmediatamente como 60 respuestas y es uno sólo el que lo puede conseguir. Por eso para mí es una forma de ayudarnos y en donde uno no tenga que necesitar dinero para poder tener las cosas básicas para poder vivir”, finalizó.
La forma de participar
Cada interesado en participar del Trueque de Alta Gracia, a modo de “entrada” deberá colaborar con un alimento no perecedero. Una parte de los mismos, serán retribuidos como forma de pago a una señora que colaborará en la limpieza de los baños durante esas horas. El resto de los alimentos serán rifados al finalizar la jornada. “Contamos con seguridad y con un servicio de emergencias por si alguna persona se descompone o pasa algo”, dijo la organizadora. Para más datos e información visitar la página de facebook: “Truequeando en Alta Gracia”.
Los pioneros
El primer Club de Trueque fue creado en 1995 en Bernal, al sur de la provincia de Buenos Aires,
por la iniciativa de Rubén Ravera, Horacio Covas, Carlos de Sanzo y veinte vecinos de ese lugar como alternativa al sistema económico dominante. Al principio los intercambios se realizaban por medio del ‘bono de intercambio’, pero en 1996 con la creación de nuevos clubes se formó la Red Global de Trueque y se optó por una moneda impresa, el “crédito”, que alcanzó el éxito en todo el territorio nacional con el intercambio de todo tipo de productos y servicios: ropa, alimentos, electricistas, peluqueros y otros rubros más.
Papas por baterías
Si bien esta inciativa tendrá un espacio propio y se constituye como una manera de intercambio formal a partir de ahora, desde hace bastante tiempo se ve como tibiamente se está incorporando esta metodología en distintos ámbitos. Sin dudas, el más utilizado es la red social (sobre todo facebook), lugar donde se pueden ver innumerables cantidad de páginas destionadas a la venta o al intercambio -al popularmente conocido “canje”-, una de las maneras más rápidas para lograr una transacción en la actualidad. Otra, que también se lleva adelante sobre todo los fines de semana, es la venta ambulante donde hasta hace algunoso años lapropuesta era ofrecer un producto a precio reducido, pero ahora se ofrece uno por otro; un hecho que sin dudas sorprendió a más de uno: “Vendo papas, recibo baterías en desuso”, se escucha a menudo en distintos barrios de la ciudad. Durante sus comienzos, la reacción de los vecinos era de cierta rareza ante la propuesta; ahora en cambio, se unen a la oferta y ya hay clientes estables que esperan a la camioneta cada fin de semana.
Las ferias
Este medio también recorrió las distintas ferias que ya se han constituído de manera estable en la ciudad, y que se convirtieron, además en un termómetro a la hora de hacer un balance de un sector de la economía local. Si bien muchos sostienen que la venta disminuyó, otros dicen que debieron incorporar el trueque como método de venta; hecho que antes rechazaban.
Sin dudas, el trueque se instaló nuevamente en la sociedad como método de superviviencia. Hay quienes lo toman como forma de intercambio de elementos de primera necesidad; y otros como la manera de desprenderse de aquellas cosas que son difíciles de vender. En las redes, hay de todo, hasta un sitio de intercambio de libros; pero ahora, además, coexistirá un espacio donde la gente podrá trocar cara a cara.
Foto: son muchas las zonas del país donde se lleva adelante esta práctica ( Integración Nacional)
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