Natalia y Marcela son vecinas de nuestra ciudad y juntas tuvieron a Ámbar. La bebé nació el 27 de abril en el Hospital Privado de Córdoba, luego de un tratamiento de inseminación artificial.
De regreso en su hogar, las mamás quisieron anotar a la pequeña en el Registro Civil, pero la burocracia apareció en la historia que venía transcurriendo con total normalidad. En diálogo con RESUMEN, Natalia comentó que «comenzaron a aparecer trabas para realizar el trámite y tuvimos que recurrir a algunos funcionarios para que nos ayuden a anotar a Ámbar».
Desde el Registro les exigían que debían estar casadas, y también una fotocopia del certificado de nacimiento de la bebé y otro del Centro de Reproducción de Córdoba donde habían llevado adelante el proceso de inseminación. Todos pedidos insólitos ya que habitualmente no se requiere ninguno de estos puntos para anotar a los niños.
Tras solicitar ayuda a la mesa de la Diversidad de Río Cuarto, a la Federación Argentina de LGBT de Buenos Aires, a Celeste Giacchetta, al Subdirector de DDHH de Córdoba y a Rodrigo Martinez, Director de Educación de Alta Gracia, lograron que todos los pedidos que objetaban desde el Registro sean innecesarios para inscribir a Ámbar.
El final feliz de la historia, tras una larga odisea que comenzó el 27 de abril luego del nacimiento de la pequeña, es que mañana miércoles Ámbar podrá tramitar su DNI.
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