Como no podía ser de otra manera, los hinchas locales de Talleres dieron rienda suelta a su enorme alegría apenas finalizó el partido que el albiazul ganó en cancha de All Boys, decretando su ascenso a Primera División.
Desde cada barrio, desde cada rincón de la ciudad se fueron dando cita cientos y cientos de personas en las esquinas céntricas para festejar el tan ansiado retorno el círculo superior del fútbol argentino luego de 12 duros años de transitar por todo el país buscando el ascenso.
La tradicional esquina de Belgrano y Belisario Roldán fue la elegida para concentrarse. Allí, los cánticos dedicados a los «primos» de Belgrano se entremezclaron con las bombas de estruendo, los bocinazos y las banderas.
El gélido atardecer de Alta Gracia fue el marco para que la gente albiazul pudiera levantar la temperatura a fuerza de grito, euforia y alegría inmensa tras haber conseguido volver a la Primera División.