
Miles de altagracienses coparon las calles de la ciudad a los pocos segundos de que Maxi Rodríguez convirtiera el último penal y le diera el pase a Argentina a la final del Mundial de fútbol. Con banderas, gorros, las caras pintadas y una alegría que hacía mucho tiempo no se veía, festejaron hasta altas horas de la noche.
Algunos optaron por disfrutar del encuentro en la pantalla gigante que la Municipalidad colocó en la explanada de la Estancia Jesuítica y posteriormente caminar hasta la Av. Belgrano y Belisario Rodán y manifestar su alegría de todas las formas posibles. Cada pase, cada gambeteada, cada posibilidad de gol se gritaba como la última vez, hasta que la confirmación de que nuestro país iba a ser pareja de Alemania en la final, hizo desatar la locura general.
Desde todas las arterias bajaban niños, adultos y hasta mascotas vestidos de albiazul a compartir un momento único en la historia.
Según datos oficiales, alrededor de 5000 personas se dieron cita en el centro y festejaron sin ocasionar disturbios ni hechos de violencia.
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