Santa María: 62 víctimas con botones antipánico y un flagelo que no para de crecer

Los casos de violencia familiar siguen conformando el 50% de todo lo que se denuncia en las oficinas judiciales. Por lo menos, es algo que en el Departamento Santa María  ya sucedía antes de la pandemia y que se agravó a causa de esta. La cuarentena estricta y el convivir las 24 horas del día con el agresor, aumentó esta problemática. Y, se cree que en realidad la situación es aun peor, ya que sigue habiendo una lista negra de aquellos casos que no se denuncian.

Ayer, una joven de Alta Gracia hacía público ante este medio un episodio de violencia extrema del cual fue víctima el pasado fin de semana; cuando un sujeto- que la venía acosando desde hace aproximadamente un año- la golpeó salvajemente con un caño de metal en la zona de la Plaza de los Inmigrantes, de madrugada pero a la vista de muchos testigos que intervinieron para detenerlo. Por fortuna, ésta no sufrió heridas graves pero si múltiples lesiones por las que aun está siendo medicada.

Lo mas grave de esto es que al cabo de unas horas, el agresor recuperó su libertad. Así, como si nada y sin ni siquiera una prohibición de acercamiento hacia quien había atacado de manera brutal. Eso, dejó en un importante estado de indefensión a la víctima, temiendo por su vida.

Pues bien, cuando de seguridad se trata se sabe que los recursos nunca alcanzan; pero -claro está- siempre es mejor que estén.  El 8 de marzo de 2013 la Provincia de Córdoba entregó el primer Botón Antipánico a una mujer en riesgo de ser agredida o asesinada. Un reconocimiento de las autoridades de la necesidad de hacer efectivas las órdenes de alejamiento que se imponen a quienes ejercen violencia y que se violan por circunstancias diversas. Ocho años después, hay 62 dispositivos otorgados en el Departamento Santa María y, según fuentes policiales, en un momento ese número ascendió a 90. 

Se sabe que esa herramienta le es entregada sólo a aquellas personas a quienes la Justicia considera que se encuentran en un peligro extremo. De muerte, para ser mas exactos y que han experimentado hechos de violencia grave con su atacante. Y, por supuesto, todo depende las denuncias previas que se registren.

Pero… en la actualidad, ¿funcionan? si es así, ¿cómo?

«Los botones antipánico son otorgados por el Polo de la Mujer, la Unidad Judicial o un Tribunal y se actúa de oficio. Están visualizados y geo posicionados en las pantallas que tenemos en el centro de comunicaciones, el 101 o 911 y se chequean las 24 horas», explicó el Crio Mayor Diego Cambronero a RESUMEN.

En caso de que uno de estos dispositivos- de los 62 que hay hoy activos- deje de emitir señal, es el centro de comunicaciones el encargado de ubicar a la o él poseedor del botón. Ya que en este sentido es preciso aclarar que no exclusivamente es una herramienta ante casos de violencia de género sino también de índole intrafamiliar y en Alta Gracia haya padres o madres que lo poseen para protegerse de sus hijos, hermanos de hermanos, etcétera.

«Hemos llegado a tener hasta 90 dispositivos entregados en toda la Departamental y siempre depende de la cantidad de hechos. Es la Justicia la que determina el tiempo que la víctima debe tenerlo y en algunos casos la persona hace entrega voluntaria del botón pero de todos modos eso no es tan fácil, el hecho de retirarlo es siempre un trabajo de la Justicia, hay un equipo interdisciplinario que analiza bien el caso y luego emiten el oficio. Es decir que mas allá de la voluntad de la víctima siempre hay un trabajo mas profundo de la justicia».

Así mismo es esta herramienta el ultimo recurso de prevención. Antes, como decimos anteriormente, está la consigna policial y ordenes de restricción, algo que pocas veces funciona ya que en Alta Gracia hay antecedentes de agresores que violaron hasta 11 veces esa orden judicial. 

Entonces, ¿Cuál es la solución?, ¿Quién los detiene?.

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