Apenas se hizo público que la Patrulla Urbana dejaría su actual emplazamiento sobre la ruta colectora que une la C45 y la 5, hubo rápidos movimientos de empresarios de la noche para intentar alquilar ese enorme salón que posee la Cooperativa de Vivienda Nuestro Lugar. Rápidos e infructuosos, porque mientras este grupo de empresarios estaba solicitando reunión con las autoridades de la cooperativa, otra persona ya tenía cerradas las tratativas con los dueños del inmueble.
De esta manera, se reciclaría un espacio de importantes dimensiones que está ubicado en un lugar estratégico para emprendimientos de este tenor, ya que el POUT (Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial) marca precisamente esa zona como la apropiada para instalar los boliches bailables y de esa manera erradicarlos del radio urbano central.
Desde este punto de vista, este primer paso empresarial podría significar también una experiencia piloto, un globo de ensayo no solo para los empresarios del rubro, sino también para aquellos que están abocados a replantear el POUT pensando en una ciudad a futuro, y que deberán tener en cuenta qué tomar y qué cambiar de las actuales normativas de planificación urbana.
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