El sábado 20 de julio de 2019, un hecho violento y confuso tuvo lugar a la salida de un reconocido boliche de la ciudad. Tras una supuesta riña, un joven había terminado con una herida de bala y también imputado.
El caso tenía varias dudas y sobre el mismo no hubo parte oficial. En un principio se aludía que Farfán, el joven baleado, se había enfrentado con otro sujeto quien en medio de un forcejeo sacó un arma y le disparó. Y, tras el hecho, huyó. No obstante, la familia de la víctima siempre desmintió que se haya tratado de una pelea, y apuntaron directamente con uno de los efectivos que esa madrugada había realizado tareas adicionales en dicho local bailable. “Mi hijo no estaba peleando con nadie. Él ingresó al boliche, incluso tiene el ticket de la entrada. Luego salió afuera y quiso volver a entrar y allí fue cuando el de seguridad lo toma del cuello, mi hijo trata de zafarse y allí interviene la policía y le empezaron a pegar. Mi hijo reaccionó tirando un par de manos para defenderse y salió corriendo. Intentó tomar un remis más adelante, del cual bajan dos policías y allí uno de ellos le disparó”, había expresado en ese entonces, el padre del joven a RESUMEN.
Fabricio debió ser intervenido quirúrgicamente y por fortuna se recuperó. Con el correr de los días y bajo el silencio policial, la Justicia entendió que Enzo Dimedio, el efectivo señalado, tenía responsabilidad en el hecho y en eso jugó un rol clave el registro de un domo de seguridad cercano al lugar del hecho. Con estas pruebas, Dimedio fue imputado por “Lesiones Graves calificadas y Abuso funcional Agravado por el Uso de Arma de fuego”. Bajo esa carátula posteriormente fue detenido ya que había sido visto cumpliendo adicionales en un partido de fútbol, a pesar de estar imputado.
Di medio fue puesto en libertad meses después, tras pagar una fianza. Hoy la causa espera juicio y no se descarta que pueda volver a ser aprehendido. En tanto, el joven Farfán es querellante en el hecho y hace una vida normal.
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