Este domingo se cumplió un año de la muerte de Sol Arbach, esta joven mamá de 33 años oriunda de esta ciudad quien se sometió a una operación de corrección mamaria, y terminó con muerte cerebral.
Todo ocurrió en la Clínica cordobesa Cinelli. Sol había pactado dicha intervención- la cual según especialistas no implicaba riesgo alguno- a raíz del encapsulamiento de una prótesis. Sin embargo, en el proceso ocurrieron cosas que los médicos «no supieron explicar» y que llevaron a la joven a la muerte.
La autopsia arrojó que la mujer había fallecido a causa de una «insuficiencia cardiorrespiratoria». Razón por la cual la defensa de Javier Romero Reyna, el cirujano que llevó adelante la intervención, dijo que todo se debía a un problema «mecánico» y no humano. Alegando, en este sentido, a una falla en el respirador utilizado en la cirugía de Sol. Aparato que, si bien luego se confirmó sobre su óptimo funcionamiento, había sido reparado meses antes.
Pero la familia siempre estuvo convencida de que habia responsabilidades directas y que tanto el cirujano como María José Ledesma, la anestesista, eran culpables de negligencia. En este sentido, ya sea por una falla humana o mecánica, no hubo control y eso llevó a este desenlace.
En febrero del corriente y tras varios meses de investigación, la Justicia imputó al Dr Romero Reyna, a la Dra Maria José Ledesma y al director del prestigioso sanatorio del Cerro de las Rosas, como «co autores de Homicidio Culposo».
Hoy, con el marido de Sol como querellante, la causa aguarda Justicia.
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