Si bien existe una ordenanza vigente que estipula la “Pirotecnia Cero” en Alta Gracia, ésta pareciera no haber tenido efecto durante la medianoche de anoche, al recibir el nuevo año. Mientras muchos se dedicaban a pasar un momento con sus seres queridos, otros optaron por aprovechar el momento realizando una actividad que, a fin de cuentas, está prohibida.
Luego de que en Navidad hubo un gran revuelo por el uso de pirotecnia, Daniel González, quien está a la cabeza de la Dirección de Inspección General, había advertido que para evitar la misma situación se iban a incrementar y reforzar los controles: esto significaba ir directamente contra los puntos de venta clandestinos de fuegos artificiales.
Pese a las campañas de concientización, los anuncios de dónde se podían realizar las denuncias; y el despliegue mediático no sólo local, sino provincial, alertando sobre los efectos de la pirotecnia; éstos parecieron no tener efecto alguno sobre aquellos que decidieron celebrar el año nuevo con una práctica que, a fin de cuentas, perjudica a más de uno.