Durante la mañana de este lunes, Leonel Flamand, quien es médico veterinario de ADMA, se comunicó telefónicamente con los estudios de 88.9 FM.
A partir de un diálogo con el equipo de “Todo Pasa”, el veterinario explicó los comienzos en el mundo de la salud animal, en el marco del Día del Veterinario (que fue el pasado domingo 6 de agosto): “Siempre tuve la idea de estudiar veterinaria. Nunca tuve esa duda ni incertidumbre de saber qué hacer. Mi abuela vivía en el campo y cuando iba de vacaciones, siempre pedía estar con los animales”.
“Cuando era chico, en la casa de mi abuela había muchos animales de granja y había un pollito en particular que lo consideraba como mío. Un día llegué y tenía una fractura, entonces con mi hermano le pusimos unos palitos de helado y cinta aisladora que encontramos en la caja de herramientas de mi papá”, dijo Flamand.
“Apenas me recibí, empecé a hacer guardias en una veterinaria de Río Cuarto, y mi primer caso fue un perro con politraumatismos. Fue bastante impresionante pero terminó bien. Pero la peor parte de la profesión es charlar con la familia y determinar que hay que hacerle una eutanasia a la mascota”, expresó el veterinario.
En cuanto a su área de trabajo, Leonel dijo que “La veterinaria tiene muchas ramas. Lo que más me gustó es la cirugía; y desde que estoy en ADMA, hago alrededor de 20 operaciones por día. Mi intención de ayudar a los animales es hacer algo para revertir la situación que hay en cuanto a las condiciones en las que viven algunos, o simplemente encontrarlos en la calle. La conciencia de la gente viene por la educación”.
“Quienes estudien esta carrera deben meterle mucha pila. Es muy amplio, con mucho contenido y horas de estudio. Si saben que les gusta, hay que meterle para adelante. Uno haciendo lo que le gusta, no lo toma como un trabajo y se hace mucho más fácil”, finalizó.
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