“Pasaron cuarenta años de Justicia y nunca me han tocado zonas fáciles” . Así comienza la amplia entrevista que el ex fiscal de la departamental Emilio Drazile, le brindó a RESUMEN.
A casi un año de su retiro, rodeado de sus libros y de la compañía de sus nietos, el polémico letrado asegura que su vida es tranquila y que tiene tiempo para disfrutar de su familia y la lectura. La jurisprudencia argentina está presente cada mañana cuando enciende la computadora y el derecho sigue siendo una pasión inagotable.
¿Cómo es su vida hoy, Emilio? Costó alejarse?
Muchísimo. Pero hoy trato de ver a mis hijos, tengo cinco, uno vive en Entre Rios así que trato de ir a visitarlo. Disfruto de mis nietos también, leo mucho, sigo comprando libros de derecho (risas) y estamos trabajando con gente del magistrado sobre el tema violencia.
Dos de sus hijos son abogados. ¿Lo sufrió a eso? Hubiese preferido que se dedicaran a otra cosa?
Para mi es un orgullo que sean abogados. Los dos ejercen en tribunales y son muy responsables. Como padre quiero que sean felices. Lo único, uno piensa en el tiempo que la profesión demanda, la salud y eso, pero están contentos con su elección. Después tengo dos estudiantes, uno de veterinaria y otro de computación. La idea es que trabajen de lo que les guste.
Algunos dijeron que había sido tentado en la política. ¿Lo pensó?
No (risas) y a los amigos que lo pensaron les doy las gracias pero no es lo mio.
En los años como fiscal, pareciera que siempre le tocó bailar con la más fea. Pero hubo casos más difíciles que otros…
Nunca tuve zonas fáciles. Antes de acá estuve en Corral de Bustos. Dos años después de mi traslado, unos delincuentes incendiaron tribunales para tapar pruebas usando una pobre chica que había muerto. Allí había causas muy fuertes, muy pesadas. Algunos compañeros me decían a vos siempre te tocan las causas más jodidas, y el presidente de la asociación de magistrados dijo jodidas le toca sólo al que quiere investigar. Y yo nunca saque la jeringa y enfrente la situación. Hay fiscales que se jubilan y no tienen problemas, ni ulceras ni nada (risas).
¿Recuerda su primer causa “jodida” en Alta Gracia?
Sí, precisamente la otra vez leí en un medio que la corte suprema revocó una resolución del tribunal superior donde no dejaba que una causa prescribiera. Fue la de los cuatro policias de Despeñaderos que imputé de tortura seguida de muerte, apenas asumí acá.
La del chico Fernández….
Sí. Un chico que había ido a un baile y había tenido un problema con la novia. Lo metieron preso, lo torturaron y siempre estuve convencido de que lo asesinaron dentro de la comisaria. Los médicos dijeron que era imposible que alguien se golpeara tanto y luego tuviera fuerza para suicidarse. Ellos dijeron que se había ahorcado pero no cerraba por ningún lado.
Desde ahí me pasaron cosas muy raras, me quisieron entrar a casa, una vez tuve que salir con una pistola y si no hubiese sido por los perros entraban. No digo que eran policias pero no era casualidad. Hoy están en libertad pero ojala se sepa que pasó.
Párrafo aparte, el caso Alós. Fueron tiempos difíciles para ud…
Sí, pero siempre tuve la conciencia tranquila. Nadie habló de las amenazas de las que fui victima yo y mi familia. Gracias a dios tengo una mujer que soporto muchas cosas con fuerza pero con miedo. Lo de Alós quedó recontra probado de que fue un suicidio aunque la Justicia federal por cuestiones políticas decía lo contrario. En el caso usamos cámaras 3D que fueron clave para reconstruir el hecho y el fiscal es quien tiene que levantar todo, es el jefe de la investigación, pero eso fue manejado desde la justicia legitima por un grupo político. Y, por otro lado, los parientes nunca van a querer reconocer que alguien se quiso quitar la vida.
¿Y por qué se suicidó?
Por depresión, por lo de su padre y porque no quería ir preso. Hubo una carta y todo. La mujer pidió custodia por amenazas y las supuestas llamadas habían salido de su casa. Entonces estaba todo armado. Ya pasó, pero mucha gente no tiene ni idea de lo que hemos pasado.
Por otra parte y dentro de lo que más lo conmovió, en alguna oportunidad dijo que el caso Diego Gutiérrez le quitó el sueño
¿Fue realmente así?
Fue una causa terrible. Yo reabrí esa causa pero no había elementos que permitieran llegar a la verdad. Para esos padres fue algo horrible. Muchas veces me desperté nombrando a Dieguito y como él hay miles, lo ves en el aeropuerto.
Hoy con el avance tecnológico, ¿es más fácil resolver un caso?
No. Hoy tenemos una policia Judicial que es la envidia del país pero hay que saberla usar. En el caso de Paco García, por ejemplo, hicimos una pericia científica única en el mundo y fue la que después condenó a los imputados. Antes de detener, mi responsabilidad era probar y eso muchas veces no se entiende, por eso hay que saber usar las herramientas.
¿Qué opina de los domos que hay en la ciudad?
Siempre admiré los domos de Buenos Aires. En Córdoba no he visto que los domos funcionen y mientras estuve en Alta Gracia poco han servido para resolver hechos. No tenían mucha claridad, no encontraban patentes. O no tenemos gente preparada frente a las computadoras, o no son de última tecnología, no se pero poco han servido.
Al inicio contó que está abocado al tema violencia. ¿Le sorprende la gran cantidad de femicidios?
Siempre hubo, pero veo que cada vez es mas duro. La cantidad de muertes como hay ahora no he visto nunca y hay que trabajar en eso.