El bioquímico cuenta ya con 74 años y diseña -según él- su último libro sobre la historia de Alta Gracia entre 1936 y 1966: «Este será mi quinceavo y creo que último libro ya que tengo 74 años, no soy ningún pibe. Se publicará en unos meses seguramente, lleva varias correcciones».
«Mi relación con la historia comienza con la filatelia. Yo empecé cuando tenía 13 años y trabajaba en una farmacia. Me llamaba la atención otro ayudante que todos los sábados compraba planchas enteras de estampillas y eso me abrió el camino» cuenta sobre su incursión en la filatelia.
«Y a los 7 años, una tía mía me compró mi primer libro que se llamaba «El Niño Poeta» de la colección Billiken y me compró muchos más. Cuando estaba en sexto grado, me gané una rifa cuyo premio era un juego de criquet de La Serrana. Lo cambié por 20 libros de la Colección de Robin Hood y me los devoré todos. Me gustaban los sandwiches de queso, me armaba uno y me sentaba en la escalera a leer» relató sobre su afición por la lectura. «Me hice socio de la Biblioteca Sarmiento y constantemente sacaba libros» agregó.
Ya de más adulto, narró: «Luego me recibí de bioquímico como mi papá y pensé ´no puede ser que lo único que haga es análisis clínicos, tengo que dejarle algo a Alta Gracia´. Me gustaba escribir, como estaba en la filatelia, escribía artículos sobre ese tema. Y luego empecé a escribir sobre historia, en la Revista El Precursor. Escribí uno sobre El Golf, que llegó al Puqui Martínez, quien me incentivó a escribir sobre la historia del Golf. Hice el primer libro, le gustó a la gente, yo también me entusiasmé y luego siguió la historia del Sierras Hotel. Yo la vivi mucho porque yo llevaba los analisis a los pacientes muy pudientes que estaban allí y me daban muy buenas propinas. Viajaba mucho a Buenos Aires y allí compraba postales de Alta Gracia, previendo sobre lo que iba a escribir».
Le siguió la historia del Ferrocarril, luego la segunda edición del Sierras Hotel, cuando en 2006 se inauguró el nuevo hotel, después la vida del Che Guevara y más adelante la Quinta Ramallo. «Cuando ´El Golf´ cumplió 100 años hice un libro más grande. Continuó «Mi pueblo» tomos I, II y III. Después la «Guía de Personajes Históricos de Alta Gracia», ubicando en un plano las viviendas de cada uno. Lo llevé al Consejo Deliberante en 2016 y sacaron una ordenanza que rezaba que en esas casas se debía poner un cartel con los nombres de los ilustres para que el turista saque fotos, por ejemplo, la casa de Illia. Aún no se puso en vigencia».
Los últimos escritos son:»Finalmente el ´Che y Alta Gracia´ y mi último libro fue el ´Barón Biza´: me llevó cinco años de trabajo, tuve que hacer mucha investigación, tuve una gran colaboración del director de la película «Agosto Final» sobre Myriam Stefford y en Buenos Aires descubrí muchas cosas también. Me olvidé de mencionar el libro del «Puesto de Guzmán». Son un total de 14 libros más artículos escritos en revistas de filatelia»
Y el decimoquinto: «Ya esta preparado y falta ordenarlo un poco, porque son muchas páginas y cuesta caro imprimir, es la historia de Alta Gracia entre 1936 y 1966. Entre los hechos destacados, se instaló la IKA que luego fue Renault, se hicieron dos Festivales de la Televisión, el Festival del Turismo en el año 56. En eso estoy trabajando más los videos para RESUMEN. En la filatelia casi no estoy participando. Atiendo a mi hijo y a mi familia».
Con respecto a sus fuentes, enumeró: «Mis fuentes son muy variadas, archivos de Córdoba, el Diario Los Principios, La Voz del Interior, de la Legislatura, durante treinta años tompe testimonios orales de mucha gente mientras tomaba muestras, los tengo grabados. Mucha gente me acompaña, personas que también le gusta la historia, como Nilda Moreschi, Nely Bepmale, Luis Rosanova, García Vieyra, Susana Salas».
También fue Presidente del Centro Filatélico y Numismático de Alta Gracia por treinta años: «En el 2000 hicimos la Exposición de Literatura Filatélica en el Museo de la Estancia Jesuítica con participantes de todo el país»
«El camino recorrido fue bastante, tratamos de no quedarnos quietos, tratando de dejar una sociedad un poquito mejor. Hay que rescatar lo bueno de la vida. Siempre tuve el apoyo de mi esposa, llevamos 49 años de casados y de todos mis hijos, siempre me dieron muchas alegrías y satisfacciones, les debo lo que soy. Le agradezco a Rubén Herrera por haberme darme dado un espacio en el medio. En este Día del Historiador, nos acordemos de Marino Moreno y su Gaceta, de Felipe Pigna, autor del momento» concluyó.
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