El joven malabarista se encontró con esta disciplina a los 7 años de edad, donde aprendió estando en la calle, y poco a poco fue aprendiendo sobre este arte. Posteriormente, encontró un espacio para continuar capacitándose y formando también a otros. “Yo tenía un espacio que era el Galpón Municipal donde daba clases de malabares, pero tuve que dejar todo por el tema del Covid. Preferí parar y estuve entrenando también para poder enseñar mejor. La mayoría lo aprendí por mí mismo”, contó Lázaro. También estuvo en una fundación, donde conoció a Marco Paoletti de Cirque du Soleil. Ellos me dieron la oportunidad de viajar a San Francisco con La Parlota Circo, que hacían shows callejeros”.
Lázaro viajó a una competencia de malabares en Rosario y, si bien no pudo calificar a algún puesto, habló con mucha emoción sobre esta experiencia. “Conocí gente buena, aprendí más trucos y enseñé algunos míos. La verdad es que lo disfruté. Tengo otra competencia en Mendoza, pero aún no sé si voy a ir. Mi rutina es tirar en cantidad, pero no sé mezclar aún elementos. Tengo que seguir practicando”.
En Buenos Aires se presentó en Cirque 21, en el Shopping de Avellaneda, donde participó en una competencia organizada por el mismísimo Flavio Mendoza. El nombre de la misma fue “Competencia nacional de danzas: Open Choreography Championship”, que tuvo lugar el pasado 2 de octubre. De allí, Lázaro regresó a Alta Gracia victorioso, ya que obtuvo una medalla en el segundo puesto y además le entregaron un diploma en reconocimiento a su destreza. “De la competencia, siempre recuerdo el aguante de la gente. Esta vez salí subcampeón con 88 puntos. Ahora voy a viajar con una familia que conocí en un circo y me invitaron a trabajar con ellos en el Crique 21”.
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