«Aprecio este espacio y me siento como en mi mundo, rodeada de libros»

En este Día del Bibliotecario y Bibliotecaria, dialogamos con Mercedes Enguerre, integrante de la Biblioteca Popular Sarmiento.

Enguerre es, desde hace un año y medio, la nueva bibliotecaria de la «Biblio Sarmiento» como le llaman cariñosamente en Alta Gracia. «Mi rol es muy reciente, estoy trabajando desde hace un año y medio y es un espacio y una actividad que me gusta muchísimo, siempre me sentí como en mi mundo, entre libros, este espacio lo aprecio y lo amo muchÍsImo. Esta cualidad de ser una biblioteca popular y accesible a todos los públicos la hace muy especial, ya que yo me había dedicado a la parte comercial. Aparte se le suma otro ingrediente que es lo comunitario y lo autogestivo que lo hace más rico» contó a RESUMEN.

«Estoy muy feliz, con mucho crecimiento, aprendiendo un montón sobre los nuevos públicos y del funcionamiento del espacio de biblioteca popular».

Consultada sobre como ve que los libros hayan sido reemplazados por las pantallas, respondió: «Siento que es complejo. Si hay una invasión de pantallas pero la literatura sigue siendo un lugar de consulta y de búsqueda y el libro se consolida como un objeto distinto de lo que pueda aportar una pantalla. No creo que hayan sido reemplazados, si han invadido como algo nuevo incorporando nuevos lenguajes como el narrativos y el audiovisual pero el libro sigue siendo ese sitio que transporta hacia otras experiencias y eso no se acaba.  También es un emergente de las familias que están tan asfixiadas con la realidades virtuales y que incentivan a sus hijes a que visiten y conozcan estos espacios de libros., Todavía esta vivo y también, en el caso de la biblioteca lo que aporta la comunidad, de estar ahí, a gusto».

A la vez, recordamos a otra histórica bibliotecaria del lugar: Nélida Cipoletta. A fines de septiembre del 2016, en plena mudanza de todos los libros de su antiguo edificio, al lado del Instituto El Obraje, hacia el nuevo, ubicado en Prudencio Bustos 345, escribía:

«En modo valerina.
Mientras barro. Paso el estropajo. Bamboleo plumas de un viejo pavo, pata o gallina sobre cajas de libros guardados y estantes espolvoreados de una fina nieve que no es nieve sino polvo de cúspide y muros. Mientras en modo valerina voy haciendo… Voy pensando.
¿En qué piensa la gente cuando dice que queremos la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos?
Sepan que no estamos pensando en nosotros. Estamos pensando en toda la comunidad de Alta Gracia. Estamos pensando en los niños que tanto disfrutan de estarse entre los libros. Estamos pensando en los chicos, lo más jóvenes y no; que disfrutan de zambullirse entre sus estanterías para rescatar un libro del olvido o dejarse llevar por sagas que sopesan el tiempo entre las manos de muchos que recorren la historia a través de ellas.
Estamos pensando en ese pequeño rincón para los más chiquitos, para que puedan jugar, pintar, dibujar, tocar, mirar, leer y oler los libros. Sí, a nosotros los grandes también nos gusta eso.
Estamos pensando en los estudiantes que muchas veces (por suerte) internet no les da todo y necesitan recurrir a los libros, los más viejitos, porque esos traen la información detallada de lo que buscan. Lo nuevo está a un paso de clic y hasta por ahí nomás.
Estamos pensando en toda esa gente, profesores, artistas, escritores que tanto aman dar sus talleres y/o conferencias en la biblioteca. ¿Por qué saben qué? Cuando la biblio no pudo seguir con dichas actividades por la deplorable situación edilicia, Ellos y Ellas no querían otro lugar, querían este espacio, el Espacio de la Biblioteca. Y Hoy esperan con ansias que podamos reabrir pronto las puertas de la nueva biblioteca, para comenzar con sus talleres.
Mientras estoy en modo valerina, les escribo.
Sí, hay mucho por hacer por la ciudad, no somos ajeno a ello.
Dice la Unesco en su Manifiesto por las bibliotecas públicas:
´La libertad, la prosperidad y el desarrollo de la sociedad y de la persona son valores humanos fundamentales que sólo podrán alcanzarse si ciudadanos bien informados pueden ejercer sus derechos democráticos y desempeñar un papel activo dentro de la sociedad. La participación constructiva y la consolidación de la democracia dependen de una buena educación y de un acceso libre e ilimitado al conocimiento, el pensamiento, la cultura y la información´.
Sigue lloviendo aquí dentro, los libros se siguen arrumbando, las ganas mengua, se llena y se renueva cuando las manos solidarias de quienes saben de la importancia de contar con una biblioteca en la ciudad, se unen para trabajar por el bien común. Sí, nosotros, los que estamos poniéndole el cuerpo, la mente y el corazón a esta Institución, tenemos la certeza que la Biblioteca Popular Sarmiento es un bien común y social; además de ser Patrimonio Cultural de la Ciudad».

 

 

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