Las fiestas y eventos para celebrar la llegada del Año Nuevo siguen dando tela para cortar. Un grupo de personas que se dedica a la organización de fiestas presentó ante la Municipalidad un proyecto para armar «un gran bar al aire libre», sin embargo les «tiraron la idea abajo desde el arranque» contaron a este medio.
Los organizadores eran José Granja y Santiago Expósito junto a los dueños de los bares Juan Pedro y Oslo. «Nos dijeron que solo iban a poder ingresar 200 personas y decidimos no seguir adelante porque era inviable semejante inversión para esa cantidad de clientes» contó José Granja a RESUMEN. El enojo y la indignación se profundizaron después, cuando la noche del 21 «dieron luz verde a ciertos negocios y a otros no» expresó el empresario de la noche.
«Era lógico que la gente iba a salir, los jóvenes necesitan un lugar para divertirse, las clandestinas son el resultado de la falta de opciones, hay que abrir lugares y trabajar con protocolos para que la fiesta sea segura» consideran desde la organización del bar al aire libre. «Las clandestinas no se frenan tratando de saber dónde se hacen y desarticulándolas. Sino con ideas superadoras, trabajando conjuntamente con los que nos dedicamos a esto hace años y buscándole una solución segura, para que la gente se divierta pero con protocolos» agregó Granja.
Granja también contó que desde marzo no puede trabajar y que no escuchó «a ningún político tirar una sola idea para salvar el sector, o al menos escuchar las nuestras». Hay quienes pudieron reinventarse, pero otros no y eso preocupa entre colegas.
En la fiesta del 31 a la que Granja hace referencia estuvieron presentes algunos funcionarios de nuestra Municipalidad y para quienes iban a organizar el evento en Navia «hay muchísima bronca por este mal manejo y descuido. Incluso algunos colegas están evaluando accionar penalmente contra los funcionarios que estuvieron en la fiesta ya que se convirtieron en cómplices».
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