Desde el comienzo de la cuarentena, muchas actividades se vieron perjudicadas debido a que no podían desarrollarse con normalidad.
En esta oportunidad, Sebastian Carretero, adiestrador canino, dialogó con RESUMEN para explicar de que manera tuvo que reinventarse para continuar con su trabajo.
«Básicamente dejé de trabajar el día que se decretó la cuarentena dura, si mal no recuerdo fue el 20 de marzo. Hasta que pude volver a trabajar por un permiso del COE, el 15 de mayo», explicó el joven.
Además aseguró que a la hora de volver a a trabajar, la situación lo obligó a actualizar el precio de los servicios de educación, adiestramiento y paseos de los perros. Esto generó que comenzara a perder sus clientes fijos.
«Algunos clientes entendieron la situación y no tuve problemas, pero fueron los menos. También tengo departamentos y los inquilinos, dejaron de pagar los alquileres. Así que, la única forma de vivir es extremar el cuidado de los gastos, dejar de pagar algunos servicios y pagarlos en moratoria cuando esto mejore un poco», finalizó Carretero.
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