«Mi hija no logró absorber la injusticia que cometieron con su padre y su tía»

El caso de Solange Mussé conmocionó a nivel país. La joven de 36 años estaba en Alta Gracia desde febrero del corriente, cuando junto a su madre llegaron desde Neuquén a seguir un tratamiento médico, debido a una enfermedad terminal que padecía. Lamentablemente, a Solange  la muerte la encontró en Córdoba sin poder despedirse de su padre, su último deseo. Todo,  por un acto al menos dehumanizante de un grupo de personas que, según dijeron, acataban «un protocolo».

En medio del dolor, Beatriz, madre de Solange, habló con RESUMEN y dijo, entre otras cosas, que la joven estaba esperando a su padre para iniciar una nueva fase de quimioterapia pero que todo lo que pasó la afectó emocionalmente y desde entonces su estado se agravó. «Nosotras vinimos a fines de febrero para hacerle unos estudios completos y después empezó el tema de la pandemia y no nos pudimos ir. Aparte ella tenia metastasis de huesos  y no podía viajar en auto entonces seguimos con el tratamiento acá y pasó el tiempo y nos seguimos quedando hasta el día de hoy«, inició la mujer, a la vez que explicó que la aparición de un tumor en el abdomen complicó el cuadro de Solange por lo que debieron suspenderle la quimioterapia y estaba a punto de comenzar otra.

«Ella estaba por empezar la quimioterapia, esperaba que llegara su padre de Neuquén pero él no pudo llegar porque lo pararon en un control de Huinca renanco, le hicieron un test de Covid que era dudoso y le dijeron que tenía que irse de la Provincia. El había venido con mi hermana que es discapacitada, con quien vivimos. A ella le hicieron el hisopado y le salió negativo. Entonces él le exigió que le dijeran el por qué, si le podían mostrar el test pero se negaron diciéndole que en cinco minutos eso se tira.  O sea no hay nada comprobable; que le hicieron el tests sí pero el no pudo ver el resultado» contó Beatriz quien a la vez aseguró que su marido fue escoltado por al menos ocho patrulleros hasta Neuquén.

«En ese transcurso no pudieron bajarse en ningún lado, solamente a cargar nafta y seguir. Mi hermana haciendo sus necesidades fuera de la ruta, tenían que pedirle a la gente de la estación de servicio si podían comprarle algo para comer o tomar porque no los dejaban bajar, le exigían que siguiera, ni siquiera podía parar para descansar y así llegó a Neuquen manejando casi 40 horas», explicó.

«Mi hija no logró absorber la injusticia que cometieron con su padre y su tía»

Beatriz sostiene que Solange estaba bien y que lo unico que ansiaba era la llegada de su padre para poder afrontar juntos una nueva etapa de esta dura enfermedad. Sin embargo, el destrato con el que su padre y su tía se encontraron en Córdoba, la devastó.

«El domingo ella se enteró de todo y empezó a ponerse emocionalmente mal por todo lo que había pasado el padre. Porque no iba a estar con el. Mi hija no logró absorber la injusticia que cometieron con su padre y su tía y empezó a sentirse mal, con vómitos y cada vez peor hasta que anoche la llevé gravemente y esta mañana falleció; sin su padre, sin un beso ni un abrazo ni una caricia, simplemente se fue».

Solange dejó una carta en la cual remarca una y otra vez que las personas tienen derechos y que los mismos deben ser respetados. «Mis derechos están, lo único que quiero es ver a mi padre, que mi padre me vea y yo poder verlo a el. Quiero que esto no le pase a otras personas que estén en la misma situación», ese era el deseo de Solange. ¿Era mucho pedir?.

Hoy, paradojicamente, Pablo supo que no tenía Coronavirus, luego de hacerse un test en Neuquén y que este diera negativo. Hoy paradojicamente, puede venir a  Alta Gracia para estar con el cuerpo de su hija y darle el último adiós. Hoy el protocolo no sirve de nada.

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