Sociedad

Vida, muerte y misterio: el credo que va “más allá”

La hermana María sale al encuentro de la visita y pide se la espere en recepción mientras atiende a visitantes en una especie de oratorio. Luego explicará que no puede dar información en entrevista porque la última vez la gente salió diciendo «bestialidades» de la «Escuela», tal cual gusta llamarla: «Aquí la gente viene con fotos de seres queridos o no tan queridos y nos pide que hagamos trabajitos, nosotros no hacemos nada de eso, ni tarot, ni magia blanca ni negra, esto es una Escuela Científica», dice dolida y alcanza una gacetilla destinada a los curiosos como el periodista que tiene enfrente. El texto, voz oficial de este credo reconocido en el Registro Nacional de Cultos con el número 658, reza (valga la redundancia): «No somos espiritistas, sí estudiosos de todo lo espiritual». Entrado a ese terreno de conversación, María cuenta que tiene 69 años y desde hace 52 está en la «Escuela»: «Nos mantenemos con la cuota que pagamos los siete u ocho jubilados que venimos, no somos una secta ni nada raro, no tenemos apoyo del gobierno ni nada por el estilo».

Cerca del Centenario
En agosto se cumplieron los cien años de los pasos iniciales de su fundador, Eugenio Portal y Aubreton de Lambert. El 1ro de noviembre próximo cumplirán 98 años de existencia; 69 en Alta Gracia, 25 en la actual sede (en coincidencia con el «Día de muertos» mexicano). Hoy la «Escuela» cuenta con 350 sedes a lo largo del mundo y sigue creciendo.

Sintonizando en el Éter
«Todos tenemos la capacidad de conectarnos entre nosotros y con quienes se han ido físicamente pero siguen unidos a la materia, algunos han desarrollado más esas capacidad, otros las han olvidado. Los niños y los animales la mantienen en su plenitud», dispara María ya en confianza. ¿Y cómo nos damos cuenta si estamos recibiendo mensajes de otras almas?: «Siempre que pienses en algo y te surja una respuesta que no tenías antes, vino de otro lado», concluye con certeza. Ese alguien podría ser nuestro «guía» (similar al «Ángel de la Guarda» católico), o de «otras entidades en el Éter que quieran comunicarse e influenciarnos, a veces para bien, otras para el error».

Enfermera de profesión durante décadas, a María le ha tocado asistir a muchos fallecimientos: «Si la gente viera los rostros de las personas antes de partir dudarían antes de seguir el camino del error. A unos los esperan con los brazos abiertos, otros sufren de impotencia por lo que se les viene».

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Antes de partir
El brujo y el faraón

José López Rega supo frecuentar las reuniones de la entidad, hasta que fundó su propia corriente. Cuentan algunas biografías de Perón, que al momento de su muerte, “Lopecito” se tiró encima de su cadáver y golpeándole el pecho le reclamaba: “No te vayas Faraón”. Frente a todos estos prejuicios con los que llega el cronista, la gacetilla también tiene una respuesta: «No nos prejuzgues, no sufrimos alucinaciones y/o desequilibrios psíquicos, somos seres humanos que como vos, buscamos relacionarnos con Dios y conocer lo que para otros son misterios».

“No bíblicos”
Las divergencias con la Iglesia Católica coinciden con las marcadas por otros cultos: no se acepta la biblia por considerar que fue un resumen de textos armado por el emperador romano Constantino junto a algunos obispos. Se cree en la reencarnación, en las almas que han vivido entre «el bien y el error», y al separarse del cuerpo pueden elevarse con mayor o menor facilidad.

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