Cultura

“No podíamos dejar que todo eso durmiera en la Casa de la Cultura”

Ana Caturelli actualmente es Coordinadora del Área de Educación y Presidenta del Consejo de la Niñez, pero lleva ya cuatro años en la gestión desde cuando, en 2013, entró como Secretaria de Educación y Extensión Cultural. Además Caturelli está a cargo de todo lo que refiere al nuevo espacio museal que se proyectó a partir de la entrega voluntaria de la Colección Heredia. Durante la Apertura de Sesiones el Intendente Torres anunció que el Museo Prehispánico ya tiene sede, en la calle Olmos al 100.

¿Cómo llegaron a ese inmueble?

De casualidad. Vi esa casa y como cualquier vecino fui a visitarla y por la luz, el ambiente y los techos altos llegué a la conclusión de que era el lugar idóneo.

¿Entonces la colección ya tiene un hogar definitivo?
No. En principio sería un contrato de 2 años porque seguimos caminando hacia la idea de que se instale en el Obraje, con el que ya tenemos una carta de intención firmada. Y en ese caso se trataría entonces de una unidad, cultural, social y económica, desde los inicios hasta la época colonial, en una misma manzana. Pero, más allá que yo no crea en los proyectos apresurados, no podíamos dejar que todo eso durmiera en la Casa de la Cultura.

Me imagino que están trabajando fuertemente con el tema del guion, del nombre y el tipo de propuesta museal

Sí, desde hace más de un año. Antes que nada a mí me preocupa lo que se instaló como “Colección Heredia” y de poco fue mutando a “Museo Prehispánico” en falta de otro nombre. La idea es darle un nombre que lo identifique. Porque prehispánico presupone la idea de que no existían antes de los españoles, así como aborigen, remite a “sin origen”. Por eso con el equipo de la Agencia Córdoba Cultura estamos trabajando en un nombre que tenga a que ver con lo que el objeto es y no con lo que desde otro lugar, dice que es.

¿Cuándo piensan poder abrir las puertas al público? Y ya tienen pensando el perfil de los visitantes y cómo cautivarlos?
La idea es abrir en julio, mínimo dos salas orientadas sobre todo a escuelas y al público de Alta Gracia, tal vez no tanto al turista, para que de a poco la ciudad se vaya apropiando. En realidad la casa consta de dos habitaciones para muestra y una tercera para dejar la colección para que la gente también pueda ver que hay mucho más. La propuesta es incluirlo en el “Conocé lo Tuyo”, hacer un trabajo desde abajo hacia arriba. Con Marcela Fernández y Alejandra Funes de la Agencia Córdoba estamos pensando en hacer algo que impacte, que te interrogue. Pocos objetos, que no sean el mero y ya conocido conjunto de estatuillas y puntas de flechas. Algo, que sea original, más interactivo. Mostrar una vasija de Barrio Córdoba y generar una serie de preguntas acerca de su uso, en ese contexto.

Hace unos meses nos contó que la colección, cómo todas las de estas características, no es propiedad de la Municipalidad sino que será entregada en comodato por el Estado Provincial. ¿Cómo avanzó eso?
El Comodato está pedido pero se hará realidad en tanto y en cuanto tengamos un lugar físico y se pueda instalar y apegar a la ciudad. Esta etapa es fundamental para que la ciudad se apropie.
Cambiando de tema, en abril largan todos los cursos y talleres municipales. Una oferta muy amplia. ¿A qué se debe?
Si uno ve la amplitud de la oferta de los talleres que empiezan en abril, parecen hasta demasiados. Sólo en el Galpón son 35 ye en total más de 100. Tenemos talleres gratuitos, autofinanciados y brindados por la Universidad Nacional. Además del Galpón hay tres infraestructuras en las que funcionan: Casa de la Cultura, Ex Estación de Trenes y Escuela de Artes y Oficios Rojas, además de los barrios.

¿Cómo es el dialogo con los vecinos?
Constante. Nuestra oferta es la respuesta a la demanda de los vecinos y a lo que nos proponen los autofinanciados, que son vecinos también. Con respecto a los Centros Vecinales, nos reunimos con los representantes y escuchamos sus propuestas e inquietudes.

Desde el CEDER marcan la diferencia entre los talleres de formación laboral y los recreativos, refiriéndose justamente a los municipales. ¿Es así?
No es tan así. Hay que ser cuidadosos. Tenemos gente que ha salido de nuestros talleres y ya está trabajando, como por ejemplo pasa con los cursos de panificación. Es decir que no son solamente recreativos. Tenemos electricidad, albañilería, repostería y muchos otros. El taller de albañilería fue anunciado en el Consejo del Vecino hace unos días atrás y fue recibido con mucho entusiasmo porque responde justamente una cierta demanda, que además se vincula con los planes Mi Techo, Mi Piso y Vida Digna.

¿ Qué tipo de público asiste entonces a los talleres y cursos de los barrios?
Obviamente los vecinos, son los que más se benefician de los talleres, pero no necesariamente son del barrio. Hay quienes prefieren la oferta de otro Centro Vecinal y van a esos cursos. Hay de todas las edades y contextos.

¿Van hombres y mujeres?
El 89% son mujeres. Yo tengo mi explicación, que tiene a que ver con el empuje que las mujeres tienen. Algunas frecuentan 3 cursos a la vez, algunos más recreativos y otros para manejar posibles oficios.

¿ El hecho de que no vayan muchos hombres puede ser por la oferta?
No, porque la oferta como te dije responde a un trabajo sobre el territorio y la demanda. Pero en todos los cursos que tienen a que ver con oficios por ahí más atractivos o útiles para los hombres, siempre hemos tenido menos convocatoria con respecto a los otros.

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