El piloto español Fernando Alonso sufrió este domingo un espectacular accidente en el Gran Premio de de Australia de Fórmula 1, pero salió ileso en un fin de historia en el que se habla prácticamente de un milagro.
El piloto de McLaren Honda chocó con el Haas del mexicano Esteban Gutiérrez en la vuelta 18 y su bólido voló por los aires durante varios segundos hasta estamparse contra una valla de protección.
Alonso, doble campeón del mundo, abandonó por su propio pie el coche y saludó a los aficionados del circuito Albert Park. Su MP4-31 quedó totalmente destrozado. Gutiérrez, por su parte, apenas dio unos trompos con su Haas y también salió aparentemente ileso. Nada más bajarse del coche, preguntó por la radio cómo estaba Alonso y fue a comprobar cómo estaba el español.
El incidente provocó que los comisarios de carrera sacaran la bandera roja, por lo que el primer Gran Premio de la temporada se relanzó cuando los operarios retiraron todas las piezas que quedaron sobre el asfalto.
Alonso fue trasladado al centro médico del circuito para ser sometido a un chequeo debido a la virulencia del golpe. El español cojeaba al principio ligeramente y por protocolo debe revisarse su estado en el propio trazado. A la salida del centro médico, dijo: «Sí, estoy bien», explicó el accidente: «Es difícil de saber que ha pasado. Íbamos muy pegados, agarré el rebufo todo lo que pude y ahí siempre hay movimientos muy fuertes antes de la frenada, es un peligro. Igual no vi el punto al ir tan cerca y perdí la referencia, frené demasiado tarde y me lo llevé por delante. A 315 km/h puede pasar eso, pero lo mejor es que los dos estamos bien».
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