Editorial

Algo se rompió

Desde que la causa «coimas» que involucra al ex intendente Mario Bonfigli tomó protagonismo nuevamente, las especulaciones se acentuaron y varios nombres volvieron a escena.

En las filas del radicalismo se vieron algunas caras tristes y otras llenas de esperanzas, pero más allá del detalle o de las expectativas que guarde cada uno, hay cosas que no se pueden negar y es que el histórico acuerdo tácito que existió entre peronistas y radicales, se ha roto (A pesar de que los máximos referentes lo niegan enfáticamente).

¿La causa? ¿Una denuncia judicial elevada por los concejales radicales, el fantasma Bonfigli como máximo referente, o simplemente una devolución de favores? Dicen que siempre hay alguien que intenta mojar la oreja a la persona equivocada y en el momento equivocado, y este puede ser un claro ejemplo de ello.

El resurgimiento de la causa “coimas” llegó en un momento clave en el que el radicalismo está sufriendo diferentes crisis en algunos puntos de la provincia, y además de cara a las elecciones de 2015 que tenían encolumnado a Bonfigli nuevamente hacia la candidatura local.

Si bien no niega, como lo hizo hasta diciembre pasado, el formar parte de la lista el año próximo, aún persiste en mostrar una imagen fuera de escena que durará seguramente poco tiempo.

“Irán por más” se escuchó decir a varios funcionarios locales, tras conocerse la noticia de la elevación a juicio de la causa que involucra al ex intendente. Mientras Bonfigli se esfuerza en reconocer que está tranquilo y que espera el juicio para que se sepa la verdad, al menos dos encuestas comenzaron a circular por las calles de Alta Gracia durante el fin de semana, a pesar de que “falta mucho todavía” para las próximas elecciones.

Desde tiempos remotos la política funciona mediante estos acuerdos interpartidarios que otorgan candidaturas y mantienen “la paz” en cada período electoral. La fractura de alguno de estos pone de manifiesto un preocupante desequilibrio en el tablero político y acentúa las especulaciones.

Un jurado popular se encargará de juzgar al máximo referente del radicalismo local. Mientras, la ciudadanía también otorga su veredicto, un veredicto que, sin dudas, ya está tomando forma y que irá mucho más allá de una sentencia.

Por Claudia Fernández

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